Parece ser que poco a poco va llegando el cambio tan ansiado en los cartees de las ferias. Se han anunciado las primeras del año y se está cociendo San Isidro en estas semanas.
Se empiezan a ver carteles más abiertos donde las figuras alternarán con los jóvenes valores que vienen arreando fuerte y pidiendo paso a codazos.
El sistema se ha tenido que rendir a la evidencia, al menos en parte. Algunas figuras han dado un paso al frente y se han anunciado en carteles fuertes con los nuevos perros de presa.
Lopez Simón, Roca Rey, José Garrido se van a sentar en la mesa de las figuras. Otros nombres como Ginés Marín, Martín Escudero apuntan alto y piden paso. Detrás vienen novilleros con grandes condiciones con o sin padrino que pueden ser alguien en esto, si les dejan.
Ya era hora. No era de recibo que los carteles de Fallas o Sevilla de hace cinco años fueran los mismos que los de 2015. La afición ya estaba harta de sota ,caballo y rey.
Al final de la temporada pasada hubo un ejemplo claro en Zaragoza. Talavante se anunció con la gran sorpresa de la temporada; Lopez Simón y llenaron el coso de Misericordia hasta los topes. Se arrimaron como perros y la tarde fue emocionante. Entusiasmo en los tendidos y rivalidad de verdad. Lejos de aquellos mano a mano entre amiguetes donde la seriedad y la competencia brillaban por su ausencia.
La afición demanda carteles de interés. Encontronazos. Y entonces responde y llena la plaza. Esto no está muerto cuando hay un espectáculo serio y bien montado. Hay afición y mucha. Y hay reacción causa efecto.
Los taurinos y las figuras han de saber que las plazas se llenarán cuando haya interés verdadero. Pensar en el aficionado y velar por la emoción y la competencia. El cambio es prudente y queda aun mucho por hacer. Pero hay expectación y optimismo.
Las figuras están ahí por algo. Se lo han ganado a base de regularidad y condiciones excepcionales. Pero algunos llevan varios años sesteando a la sombra sin dejar que nadie les moleste. El toreo nunca fue así. Las figuras de antaño pedían al novel que destacaba para que se lo pusieran en el cartel y con la corrida más grande y dura que hubiese con la intención de borrarles del mapa. Y surgía la competencia. Surgía entonces el orgullo y la raza del que estaba arriba y quería defender su sitio de privilegio del novato hambriento de gloria y fama. Y de todo ello ganaba el aficionado y la empresa. Salieron tardes de gloria para la fiesta con ese método tan auténtico.
El reto para los nuevos es enorme. Estar en la piel de los jóvenes no es fácil. Les espera la exigencia del publico, de las ferias grandes y de las figuras" en armas". Pero si todo el mundo se arrima la temporada puede ser apasionante. Seria deseable que a este "cambio" se sumara el toro. Que se anunciasen con otras ganaderías fuera de las cuatro o cinco que se liquidan únicamente cada año las figuras. Esta es la última pieza que quedaría para encajar en el tablero del nuevo estado de las cosas. Pero no parece que vaya a producirse. Tendrá que ser con garcigrandes y juanpedros.Esperemos que haya al menos gestas puntuales con hierros comprometidos y mas complicados a priori para que la juerga sea total.
Estos nuevos toreros aspirantes a todo desplazarán en los carteles a otros rellenos que apestan a cadáver. No daremos nombres porque están en mente de todos. Ya es buena noticia. No hay nada más deprimente que ver a un torero acabado anunciado año tras año rellenando huecos a precio de saldo.
Esta temporada que está a punto de empezar en los escenarios importantes promete pasión y emoción.
Ojalá salga beneficiada la fiesta y sirva para frenar la marea antitaurina que todo lo invade. Ojalá que salga la gente toreando por las calles delante de los ignorantes que nos quieren abolir.
Una plaza llena, la gente hablando de toros por las calles y el ambiente de tarde grande son el mejor argumento para callar al animalista y al politicucho con rastas que pretenden borrarnos.
Pues no mire usted. En México y con José Tomás hace unos días se vivió la pasión y la máxima expectación. Con 50000 almas enfervorecidas. Que les den!
