Es evidente que la grandeza del toreo hace mucho que se perdió. Y va de mal en peor. Ya los toreros ni se visten de corto para tentar. Lo mismo da un pantalón chino que unas zapatillas. También el numero de buenos aficionados escasea. No sobra mucha cultura ni formación taurina . El periodismo también es claro ejemplo de ello. Releer crónicas pasadas de auténticos cronistas taurinos entendidos e ilustrados contrasta con el ínfimo nivel vendido al sistema; de la actualidad. Prensa inculta, que escribe fatal y vendida al sobre de las figuras y al sistema mafioso que manda en lo que queda de la tauromaquia.Pues también en el "tuittendido" esa especie de foro cutre de twiter se divierte uno por no llorar leyendo a una panda de frikis cada vez mas numerosa. Hay honrosas excepciones de buenos aficionados que sacan partido para difundir vídeos de calidad o contenidos interesantes. Pero la mayoría son una manada dispersa de criticones ignorantes que opinan de muchas cosas que desconocen con una osadía impresionante. Otros se automontan charlas on line que producen vergüenza ajena donde se escuchan tonterías por doquier en plan sumo sacerdote. Algunos se permiten opinar del toreo y/o debatir con un torero sin haberse puesto delante ni de un caniche. Este es el panorama.
El caso es que aficionados entendidos de verdad cada vez quedan menos. Los opinólogos de cualquier cosa tienen en las redes su escenario particular. El estercolero no para de crecer.
La televisión privada que retransmite los toros es la máxima expresión de esta degradación. El nivel de sus locutores y asesores taurinos con micrófono es lamentable. De estas fuentes beben los neo aficionados catedráticos de la ignorancia. La cantidad de chorradas que se escuchan en locuciones y entrevistas son de un mal gusto mayúsculo.
Y con este nivel esto va directo a la desaparición. La Gira de Reconstrucción que se han montado el Foro de la Tauromaquia junto con Movistar Plus y los políticos de turno es un aborto importante. El toro afeitado, la plaza de tercera, el triunfalismo barato es el producto ofertado. La corrida sin picar, a ser posible. Las mismas ganaderías del "régimen", los toreros mas vistos que Jordi Hurtado y las plazas de pueblo con cartelitos horteras en burladeros con músicos haciendo bulto, son el panorama para reconstruir lo que la mafia y los años han destruido sin descanso. Si hay una sustitución llamamos a un tal Finito que es una "novedad que promete". Y el jaleo, el palmeo constantes. Y las camisas rotas y el "qué bonito es esto" no tapan una farsa casi siempre lejana de la grandeza, la verdad y la categoría de una corrida de toros.
Vivimos las últimas boqueadas de este espectáculo tal como lo conocimos. Los antis y este gobierno actual que odia a España se han apropiado de la puntilla para el cachetazo final. Y no tardará.
Los frikis siguen escribiendo bobadas, haciendo vídeos ridículos y derrochando incultura y falta de educación por doquier en el gran vomitorio de las redes sociales.
Salvo honrosas excepciones el nivel es horrible. Si estos son los que van a salvar la tauromaquia con un mini en la mano y un móvil en la otra estamos muertos. Da igual; ya lo estamos.
