miércoles, 13 de octubre de 2021
CELEBRACION DE LA FIESTA NACIONAL POR TODO LO ALTO EN LAS VENTAS.
martes, 5 de octubre de 2021
FERIAS DE OTOÑO; DE ALCOHOL Y REBAJAS.
Las ferias de Sevilla y Madrid que se están celebrando este otoño de forma extensa y fuera de su tiempo normal están dejando muchas noticias e invitando a muchas reflexiones.
Por un lado han demostrado que hay una vuelta al gusto por el toreo de arte y de pureza. La irrupción de Juan Ortega, la consolidación de Diego Urdiales y el ascenso al trono de Morante de la Puebla en su histórica temporada han generado ilusiones y pasiones entre los aficionados. También destaca la temporada de Emilio de Justo que ha conquistado muchas plazas y también Sevilla.
Morante con sus actuaciones sevillanas ha acabado con el cuadro. Su faena al toro de juanpedro se recordará por su carga emotiva y artística. La sublimación de un torero entregado al rito sagrado de la tauromaquia ha rendido a la afición a sus pies y ha borrado a los demás.
Otras figuras andan tratando de destacar pero ya están muy vistas y el público se interesa de nuevo por las nuevas esencias que esparcen los del concepto clásico y puro. Hay una vuelta al gusto por lo bueno.
EmIlio de Justo volvió a salir en hombros de las Ventas tras otra faena eléctrica y desigual tapada por una gran estocada ante un gran toro de Garcigrande que se toreaba solo. Madrid se rasgó la camisa como en en el mes de Julio. Olés neuróticos, chillidos de éxtasis. Como cuando Paula y Antoñete. Como si estuviera Rincón haciendo el toreo. Con su
primer toro estuvo pésimo y se calló el petardo. No reconozco esta plaza después del parón vírico. Muchos de los cabales no han vuelto aún o se han ido para siempre. La plaza ha sido tomada por hordas de ignorantes alcoholizados sin entenderlas finas de lo que es torear y de lo representa la plaza en la que se sientan. Gritos de "torero"torero"por una faena deslavazada, despegada. con su pico, toreo retorcido y forzado y con trallazos mezclados con buenos pasajes no eran lo mas apropiado. Pero la plaza de Madrid y también la de Sevilla están sin norte por el mismo motivo.
Los aficionados que llevan décadas yendo a los toros en estos cosos comentaban por lo bajini que no daban crédito a lo que estaban viendo. Aislarse de semejante masa atronadora de chillones es difícil. Separar el grano de la paja en base a unos conocimientos y a un criterio es lo que siempre dio categoría a Las Ventas y la hizo ser la plaza que daba y quitaba. Hoy ya no queda nada de eso. Hay mucho público variable y casi ni quedan entendidos. Sevilla está aun peor. Se dan orejas y se jalean vulgaridades como norma. El alcohol tiene mucho que ver. Y sobre todo la ignorancia. El encierro social y la privación de toros tantos meses tal vez también. Pero lo que pesa más es el desnorte que sufre una sociedad enferma que lee poco que hace lo que ve o le dicen y que piensa mas bien nada.
Esta fiesta que parece resurgir y querer volver a la"normalidad" está tomando derroteros triunfalistas. Hasta en las plazas otrora santo y seña de la seriedad y la exigencia. Las que daban categoría y prestigio al que sacaba nota en sus ruedos. Por otro lado están los empresarios que siguen anunciando los mismos toreros y hierros de hace 15 años. Los jeques siguen con su tinglado de cromos y ganaderías fracasadas que aburren a las ovejas. Victorino y Juan Pedro Domecq colocando sus animales hasta en las portátiles desplazando a otros muchos criadores que agonizan. Aun así, hay toreros que ilusionan y ganaderías que embisten. Morante lo ha demostrado y ha sido el gran defensor del toreo durante esta temporada. No solo por matar diferentes encastes y abrir el abanico. También por buscar en la tauromaquia nuevas suertes olvidadas y ponerlas en escena. Y por esforzarse cada tarde por innovar y crear cosas bonitas. Por eso lleva gente y llena. Ha conseguido que se hable otra vez de toreo y de toros. Pero con la máxima seriedad y respeto a la liturgia de lidiar y matar un toro. Así debe ser!
El propio Morante de la Puebla ha tenido que pedirle al público que no le pidieran una oreja en su tarde miureña de Sevilla. Cuando el etanol y la falsa pasión embargaba a los ignorantes del gyntonic. Un gesto de torería sin precedente que yo sepa. Como vería Morante a la Maestranza para hacer ese gesto. Este ejemplo se extiende a Madrid y otras muchas plazas donde ya no se diferencia el oro de ley del oro que cagó el moro.
Preocupa y mucho esta deriva. No todo vale. No es lo mismo una gorra que un sombrero. También preocupa ver lo poco se ha aprendido de este parón tan trágico y casi mortal que hemos padecido. Siguen los mismos carteles de siempre. No importan las ganaderías marginadas. Hay toreros escondidos esperando su oportunidad. Hay muchas corridas aburridas y previsibles. Toreros muy vistos y que no interesan ya. Llevamos años así y no se reacciona. Muchos ya se han ido hartos de los tendidos y no volverán. Vienen jóvenes nuevos, es verdad. Pero bebiendo y mirando el móvil, no se hacen buenos aficionados. Y jaleando sin pensar lo que se ve, menos. Falta educación y respeto.
Hay que poner cordura. Hay mucho que hacer. Viene el invierno y se debe educar a la nueva afición. Y enseñar al que no sabe. La tauromaquia sale de un estado crítico pero sigue grave. Toca reflexionar lo que hemos visto esta temporada. Revisar pliegos, renovar empresas e ilusionar.
Madrid y Sevilla quien os ha visto y quien os ve. ..No hace tanto que a Emilio De justo no le hubieras regalado dos puertas grandes tan baratas. Tal vez le hayáis engañado y con los calores de mayo saquéis la lupa y le bajeis del altar a palos. Acoradaros de Rincón y sus gestas de Puerta Grande. No profanéis el templo porque será la perdición de todos.
Urge una vuelta a la cordura, la seriedad y a la verdad. Si no es así el agua de fregar no lo beberá ni el perro...