Se ha ido un grande del toreo; Palomo
Linares. Su muerte conmueve por el vacio que va quedando de toreros
grandiosos que dieron tardes de gloria a esta nuestra querida fiesta.
Puerta, Paquirri, Manzanares...
Palomo fue una de las grandes figuras
de los años 60 y 70. Salido del hambre y la miseria de una familia
humilde como tantas de aquellos años 50. De maletilla pobre a figura
grande. El camino no fue facil y desde aquellas becerradas de la
oportunidad que se organizaban en los años 60 en Carabanchel mostró
unas condiciones muy serias para ser gente en esto. Los hermanos
Lozano como buenos aficionados y taurinos espabilados le echaron el
guante pronto y le llevaron hasta su retirada en la década de los
90.
El torero de Linares fue siempre un
torero de raza, de pura casta. Nunca se dejó ganar por nadie en el
ruedo. No tenia amigos y mordia cada tarde arrimandose al máximo. Ni
abrazos ni alegrias por los compañeros que triunfaban. A
destrozarlos en el ruedo. Ese era su lema.
Temperamento y personalidad a raudales.
Un valor a prueba de bombas y un toreo poderoso de pocas filigranas
pero lleno de poderio. Gustaba de templar y llevar a los toros mas
atrás de la cadera por lo que le decian que se retorcia mucho, a lo
que contestaba que los llevaba toreados mas atrás que nadie. Su
capote vistoso no perdonaba jamás un quite ni en su toro ni en su
turno con el toro de otro. Una espada segura que no marraba los toros
que cuajaba. Y un ansia por sacarle todo lo que tuviera un toro
dentro fuera bueno, malo o regular. Ese fue Palomo Linares.
Se interpretó a si mismo en varias
peliculas para el recuerdo sobre su vida torera. Fue ganadero de los
antiguos gracilianos que compró junto con la mítica finca “El
Palomar“ junto a la vega del Tajo en las cercanias de Aranjuez.
Los hermanos Lozano lo adoptaron como a
uno mas de la familia y le compraron los toros cuando los problemas
economicos de una vida frenética llegaron. Siguió viviendo en su
finca hasta sus ultimos dias. Alli refugiado en su otra gran pasión;
la pintura. Pintó desde joven y actualmente era un reconocido
artista del arte abstracto con renombre y siendo capaz de exponer sus
obras en galerias de prestigio a nivel internacional. También como
pintor llegó a cotizar y a codearse con los mejores.
El viejo maestro solia decir que la
fiesta habia cambiado mucho. Y que habia que cuidarla para recuperar
la fuerza que tuvo cuando el empezaba con su atillo de malletilla y
el flequillo despeinado. El se habia tomado muy en serio su profesión
e hizo gala de ello. Y siempre vestido de plata salvo en su última y
fugaz temporada de 1995 en la que se hizo un grana y oro.
Palomo Linares habia marcado un tiempo
en el toreo de su época. Compitiendo con torerazos con El Cordobés,
Camino, Ordoñez, El Viti, Paquirri en un momento irrepetible en la
historia, Sebastián se batió el cobre con todos y contra todos. Se
ubicó en lo alto y pagó con numerosas cornadas y percances su
precio por la gloria. El no dejarse ganar la pelea y el sentido de la
responsabilidad tan grande que tenía no le permitian salir al ruedo
a ver pasar la tarde. Por eso fue un figurón. Y como anecdota
recordar que cortó el último rabo concedido en Las Ventas en mayo
de 1972, 36 años depués del último logrado. La tarde anterior en
la misma plaza salió silbado y vapuleado por la parte de la prensa
que le quiso enterrar. Un hito. Acabar con Palomo no era tan facil...
22-05-1972. Las Ventas. |
Echaremos de menos sus apariciones
públicas y sus palabras sabias cuando hablaba de toros.
Descanse en paz, maestro.