Torero cantado hasta la saciedad por muchos como el paradigma de la pureza y del arte. El sanedrín de su parte. Manda huevos. Un extraño fenómeno que no acabo de entender y después de lo ayer menos.
Y es que con el público entregado incondicional y jaleador de enganchones; Ureña no fue capaz de cortar ni una oreja al toro de la feria. Un bravo, serio de cuerna, encastado y escurrido victorino que salió de tercero. De nombre "Pastelero".
Fijeza , repetición y alegría fueron virtudes ya mostradas de salida. Toro que embestía de lejos a donde lo llamaran. Bravo y peleón en el caballo donde se dejó pegar empujando de atrás con rectitud. Fiero a rabiar.
El comienzo de Ureña metido en las rayas fue de susto. El toro casi se lo comió saliendo trompicado. Se puso a dar derechazos cortos sin someter al toro que lo pedía a voces. Primer error craso.
Con la zurda aun peor. Algunos salieron limpios a favor de viaje y con trazo eléctrico. De templar nada, tal vez no se podía...aunque para eso hay que saber.
Se fue sin aire a por la espada en una clara derrota donde se entregó y perdió frente al toro. En la estocada se tiró a ley y de verdad pero el estoque cayo tendido y atravesado y los varios descabelloS echaron el telón. No fue problema de valor o entrega sino de conocimiento del tema.
Fue este cárdeno victorino merecedor de una vuelta al ruedo por su bravura pura y casta desbordante. Por su muerte que vendió cara. Duro toro. Ese es el toro que engrandece la fiesta. El de la emoción , el que seca la garganta de los toreros que andan delante de él y el que hace pasar miedo a los espectadores.
Como no hay mucho entendido en las plazas de hoy en día , apenas cuatro pidieron la vuelta la ruedo en el arrastre para "Pastelero". Vuelta que dio Paco Ureña agasajado por el gentio que creía haber visto a Ruiz Miguel o a Dámaso poderle a un toro de verdad. Increíble pero cierto.
Ya basta de compadreos y nunca mejor dicho pasteleos. Ureña es un torero que no sabe mucho de torear. Su técnica no avanza y es mas bien corta. Sus planteamientos de faena no suelen resultar y por algo será. Destaca más por sus pucheros y lloriqueos teatrales que por torear bien toros bravos. Ayer le pidieron el carnet y solo enseñó el de la entrega y la honradez. Pero el que valía era el de torero y ese yo no lo vi porque naufragó por ignorancia con el toro más bravo de este San Isidro.
Una evidencia escandalosa, pero así fue la historia. Aunque la prensa diga otra cosa.
Una tristeza más de la carrera del torero triste. Tal vez sea mejor torero con el toro medio pero con el bravo que pide torero y dominio ha vuelto a quedar en evidencia. Y es que con la muleta retrasada, el toreo con el pico y la colocación perfilera no se domina a un bravo. Lo normal es que te coja o se te monte encima como pasó ayer.
Muy bueno. Estoy completamento en tu linea. Una feria de regalos respecto a la mayoría de las orejas cortadas. El público de las Ventas cada año que pasa, percibe peor lo que acontece en el ruedo. Los empresarios, toreros, ganaderos, prensa, y apoderados comiendose la gallina de los huevos de oro. Acabaron con nuestra afición, salvo que le pongamos remedio. Mañana es tarde
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo
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