"Cazarrata" , núm..45, 503 kg. Moreno Silva |
Salió en cuarto lugar y le tocó en desgracia a Sánchez Vara. Toro vareado de 503 kg. y con el número 45, cárdeno, abierto de pitones afilados.
Los frenazos en el capote del torero vestido esa tarde de "rana Gustavo" fueron la declaración de intenciones de la prenda. La cara a la altura del corbatín sin pasar ni el embroque del capote. Miradas al cuello. En el caballo manseó descaradamente con la cara a la altura de la montura en arreones y huidas al sentir el hierro. Pañuelo rojo. Banderillas negras.
La lidia transcurrió con pánico de los que estaban en el ruedo. Capotes por los suelos. No era para menos. Todo quisqui se dio cuenta en la plaza que allí había un criminal.
Cazarrata parecía estar "currado". También parecía no ver bien. Nunca hacia caso a los trastos aunque se los pusieran en la misma cara. No pasaba y no miraba a nada ni humillaba. Apuñalaba y esperaba su oportunidad. Toreado, burriciego o simplemente un hijo de la grandísima puta...? Era claramente intoreable.
Las banderillas fueron de infarto. El toro se tragó tres pares embistiendo envilecido al bulto con fiereza y agresividad. Los banderilleros se jugaron las tripas ante los estiletes orientados al pecho. Un mérito enorme de vergüenza torera.
Cazarrata tenia un sentido descomunal para atacar cuando podía sacar carnaza. Su pelo cárdeno claro bragado y ojos negros encendidos recordaban a un gran tiburón blanco hambriento de sangre. Parecía la versión taurina de la peli de Spielberg.
Siempre al acecho apuntando a matar. Un pavor.
La faena de muleta era imposible. No se dejó ni machetear. No había ni embroque ni medio viaje. No humilló ni para comer este toro? Vara le ponía la muleta a la altura del testuz para taparle la visión y el cabrón se iba directo al pecho como si la muleta fuera transparente. A la caza y traicionero. Tuvo que irse a por la espada rezando en recetarle un sartenazo. Emilio Muñoz en la retransmisión televisiva, le recomendaba que sacara un arco y le matara a flechazos desde el tendido, mientras mascullaba entre dientes que el pasaría la noche en el calabozo si le hubiera tocado a él. Hubieran volado las almohadillas para mi hoy con este pájaro, decía angustiado.
Sánchez Vara hacia gestos al tendido y al callejón de que el toro estaba toreado. Había auténtico miedo cuando se perfiló para asesinar al saltillo. Lo cazó con hombría y gran habilidad. Aun quedaban los últimos arreones a los capotes de los peones que tomaban el olivo mientras Cazarrata despedazaba capotes como si fueran de papel. La estocada fue mortal y al doblar el pajarraco la plaza respiró aliviada. Los toreros casi se abrazaban tras el trance pasado que nunca olvidarían.
Terminaba el capítulo mas terrorífico en mucho tiempo en Las Ventas.
Nunca sabremos si Cazarrata estaba toreado, era burriciego, había ido a ver tentaderos detrás de la tapia o había hecho un master en cazar toreros.
Por eso hoy se sigue debatiendo, admirando, vilipendiando. Por encima de toros de bandera que han salido para hacer el toreo bueno, Cazarrata, el gran depredador, ha dado y dará mucho que hablar.
Y es que simplemente aquel día hubo mas emoción en la plaza que en 20 faenas de dos orejas y "pasa torito". Toros como este salieron antaño y deben salir de vez en cuando, para recordar que esta fiesta es y debe ser emoción ante todo. Y los toreros que lo lidiaron se portaron como héroes en un derroche de valor de hierro, verdad desgarrada y profesionalidad.
Aquella última tarde de Mayo se vivió una peli de miedo en cárdeno..
Mírate bien algún vídeo y te darás cuenta que Enel caballo cobró dos puyazos y cuatro picotazos. Tres banderillas negras no producen tanta hemorragia.
ResponderEliminarHay algún video
ResponderEliminarRatifico todo lo que dice el texto, ahora bien, nadie se acuerda de Luvino de 503 kg, que salio en tercer lugar y correspondió a José Carlos Venegas, fué como casi toda la corrida un "espavilao", suelto, sin fijeza, no llego a ser tan complicado en la muleta, bajo mi opinión tenía mas faena que la que se le hizo, fué devuelto al corral, con media estocada, media tendida, una entera y un descabello, y se fué tan fresco.
ResponderEliminarEfectivamente. Luvino fue un toro similar. De un sentido enorme y un criminal por el piton derecho. A Venegas no se le podía pedir mas con lo poco que torea y lo poco que se le atisba..Tampoco olvidaré que con dos estocadas se fue tan pancho a los corrales mirando desafiante a todo lo que se movia.
EliminarEste artículo solo se centraba en CAZARRATA por lo que trascendió su lidia y por eso no escribí sobre Luvino y el resto de la corrida. Tal vez otro dia...