miércoles, 31 de enero de 2018

ALBERTO AGUILAR, EL ADIOS DE UN GRAN TORERO.



Alberto Aguilar el bravo torero madrileño ha anunciado su retirada del toreo activo. Una cornada terrorífica cobrada en Cali le ha obligado a tomar esta dura decisión a los 12 años de su alternativa en 2006.
Las secuelas en su pierna han sido graves. Movilidad reducida en su pie y a peor. Por eso echará este año "palante" y al final pasará por un quirófano para intentar arreglar en lo posible es estropicio de su maltrecha pierna.
Aguilar ha sido uno de los toreros mas honrados y verdaderos que han pasado por los ruedos en esta última década. En sus primeros años era un "ratoncillo" de maneras eléctricas y colores demasiado verdes. Pero poco a poco se fue haciendo con las corridas mas duras. Mató de todo y triunfó con ello. Victorinos, Cuadris, Doloresaguirres, Escolares, Adolfos, Palhas, Ibanes, Saltillos y demás fieras corrupias.



Aprendió la técnica a base de atragantones. Y se fue depurando y atemperando. Lo cierto es que su forma de colocarse era la clave. Dando el medio pecho, cargando la suerte y enganchando las embestidas adelante y rematando detrás de la cadera. Se le ha cantado menos que a otros, pero es lo de los más puros y sinceros que se han visto en estos tiempos. Y encima lo hacia ante torazos enormes y de casta superlativa lo que tiene doble mérito.
La clave también reside en un valor férreo, seco. Y en un corazón caliente y bravo. La casta torera y su torería que expresaba cuando le dejaban las bestias hicieron lo demás.
La espada irregular fue su talón de Aquiles. En ella se quedaron muchos triunfos ganados con las telas. Sus números y sus millones serian otros con un estoque mas certero.
Francia fue conquistada con todas las de la ley. Allí fue base de ferias año a año. Pero pocos dulces y pocas tardes con corridas mas suaves para regustarse en España. Y con las figuras nada de nada.

 
Cada día tenia que ganarse y justificarse para el siguiente contrato. Sus sanisidros en Madrid fueron a sangre y fuego con lo mas grande del campo bravo. Llegaba cada año a examinarse en la cátedra con el interrogante del resto de la temporada en su horizonte. Sus esfuerzos con muchos de aquellos toros fueron titánicos. Jadeante y desfondado quedó muchas tardes tras torear en Madrid y vaciarse del todo para mantener su sitio ganado con esfuerzo y sangre. Y algunas tardes robado por presidentes chulos. Como aquel "Nosferatu" que le birló una clamorosa puerta grande en Las Ventas en 2013. Pero ese verano en DAX cuajó una tarde antológica de 3 orejas con toros de José Escolar. De las mejores actuaciones que jamás ví.

 
Muchas cornadas y porrazos hasta aquel de Cali le han lastrado gravemente. En aquellas navidades colombianas de 2013 llegó la lesión. La movilidad de su pie y su movimiento está muy limitado. Y el torazo sigue siendo el mismo. Y el pequeño Aguilar ya no cuenta con las facultades que tuvo. Se nota. Desde entonces y en silencio ha toreado sin queja ni alivio. Pero ya no es el mismo torero. Además los últimos dos toros mas bravos de San ISIDRO 2016/2017 le tocaron a él y no acabó de cuajarlos ni entenderlos del todo. Eso hizo mella en sus contratos y salió de muchas ferias donde era fijo por derecho propio. Dios te libre de un toro bravo a rabiar...
No amigo de pueblos y sueldos bajos prefirió quedarse en casa antes que torear por unas pipas.
Su dura y meditada decisión es acertada. Seria justo que este año tuviera una temporada acorde a su categoría y a sus cualidades toreras. Ojalá pueda redondear una carrera llena de verdad y sacrificios con triunfos y reconocimiento. Se lo ganó y se lo merece.
La afición no debe olvidar lo mucho que Aguilar dio por la fiesta y por el toreo. Y las empresas tampoco. A ver si el trato es el adecuado...miedito me da...
Se va un torerazo con mayúsculas. Un tío de verdad. Suerte Alberto!

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