El cartel de cierre de feria no había sido programado con mucha cabeza. Un mano a mano sin mucho sentido y con dos toreros que están tristemente limitados por percances y desgracias varias.
Les trajeron seis pavos serios, cinqueños y muy bien armados. Y encima salieron encastados, duros y vendiendo caro todo. Los hubo excelentes como el cuarto y muy bravos como el sexto. Un tercero también de nota alta. Luego un par de alimañas con sentido y agresividad. Alguno fiero como el primero. Y con ese nivel nadie se aburrió. Lo de siempre, la casta quita las pipas y los bostezos.
Victorino Martín hijo llevaba un tiempo largo aburriendo con sus moruchas corridas que eran salvadas por algún toro suelto aislado. La verdad es que el nivel de casta ha bajado. Apenas quedaban alimañas. Aquellas que lidiaba el viejo Victorino y que hicieron la ganadería mas respetada durante décadas. La vulgaridad y la sosería se han apoderado de Monteviejo. Pero ayer se cambió la tendencia. El corridón de toros fue de los que se recordarán. La mejor presentada y la mas encastada de la feria. Con gran exigencia por la sobredosis de casta brava. Grata noticia para los que gustamos de toros bravos y añorábamos al paleto de Galapagar. El triunfador de ayer fue Victorino Martín. Parece ser que los célebres Albaserrada tienen aún los ingredientes que les llevaron a lo mas alto del campo bravo español. Buena noticia pues estos últimos años se estaba malgastando a borbotones el prestigio y la categoría conseguidos por el genio de Galapagar durante tantos años.
Presidía S.M. El Rey en una barrera esta "Corrida de la Prensa" con un ministro antitaurino. Los burladeros llenos de los triunfantes gavioteros y demás políticos que querían ser vistos con Su Majestad. Hasta estaba Carmen Calvo, socialista y feminista oiga. Lo cierto es que al Borbón no le molan los toros y a los políticos si no hay votos para trincar tampoco. Un postureo todo. Una farsa que sobra aquí.
Y delante de ellos no estaban los especialistas de la actualidad. Escribano o Ferrera por ejemplo. En su casa estarían viendo la oportunidad desaprovechada...Por no estar no estuvieron ni en la feria. Si nos remontamos a décadas más pretéritas me vienen a la cabeza Ruiz Miguel, Andrés Vázquez, El Cid, Esplá... La corrida fue de esos estilos y para esos toreros. Como la de San Isidro de 1978.
Estaban Ureña y De Justo. Un cartel mal parido desde que lo anunciaron en febrero. Del mano a mano; no se sabe el por qué. Ureña en franca decadencia y De Justo muy limitado físicamente desde su pavoroso percance del año pasado en esta misma plaza.
Y al final pasó lo que tenía que pasar. Con toros tan fuertes y encastados. Ureña se fue a la vía de la tragedia. Y otra vez fue un derroche de valor suicida, honradez y falta de cabeza. Lo de siempre. Entrega absoluta para salvar la vida de milagro con el fiero primero que lo machacó a palazos en el suelo y luego casi le asesina al tirarse a matar como un loco. Con el tercero una faena deslavazada, sin construcción, improvisando. El toro era bueno. Cosas sueltas buenas inconexas, enganchones, retorcimientos, caras de zombie y demás gesticulaciones. Una oreja le regalaron después de pinchar feamente. Y en el quinto estuvo tan valiente como descabezado. Se la jugó ante el más cabrón de la corrida.¿Valiente o suicida? ¿Cuerdo o loco?...Otra tarde de patetismo donde salió apalizado por no saber lo que hay que saber. No parece ya que pueda aprender mucho. El valor, la entrega y la honradez intactos. La capacidad limitada. Y la técnica ídem. Paco Ureña es eso. Pura entrega y poco toreo. Nada más.
Emilio de Justo tuvo los tres toros mas claros. El cuarto de gran clase y hocico por el suelo. El sexto un galán bravo y repetidor. Con raza superlativa. Naufragio total. Sin mandar, perfilero y desconfiado. Además con evidentes limitaciones físicas. Por debajo de sus tres toros. Mal con la espada. Desastrosa tarde como su feria. Le han embestido seis toros de siete que ha matado. No está y no se le espera. Tampoco era el torero que nos querían vender. Y Ureña menos aun. El tendido 7 y los que van de entendidos en las redes; les "engañaron" en su día. Les perdonaron, y premiaron lo que a otros les censuraban. Los querían sacar en hombros por trapazos y nos los vendieron como los mas puros. Y era una mentira. Ayer quedaron evidentes las razones y los pobres argumentos de dos toreros limitados en lo físico y en lo técnico (desgracias aparte).No pudieron con la corrida. Una lástima.Los Victorinos de ayer fueron dignos de toreros mas capaces y mas brillantes. Me acordé de Ruiz Miguel y del zorro de Villapando...Hubiera sido otro cantar...pero a alguien se le ocurrió un aborto de cartel y al final se fueron sin torear...
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