Volvía la ganadería de Guadaira a Las Ventas después de años sin lidiar en la capital. Me acordaba de un novillo de nombre "Hortensio" que en san Isidro de 2012 derrochó una bravura excelsa y que a Gómez del Pilar le puso en bandeja la faena de su vida que arruinó con la espada. Aquel novillo embistió con una codicia y entrega tales; que se echó antes de la estocada exhausto y asfixiado tras dejarse la vida comiéndose el trapo del novillero. Un animal excepcional que se quedó en la memoria de los aficionados que aquella tarde presenciaron algo excepcional. Ganadería de encaste Jandilla propiedad de los hermanos Cañaveral.
Y en este regreso trajo un sexteto desigual de presentación y juego. Los tres primeros dijeron poco. Justos de fuerza y raza. El cuarto mejoró algo a sus hermanos con buena pelea en el jaco. Y el quinto mostró mas chispa en la muleta de Alejandro Mora. Tuvo veinte embestidas muy buenas por ambos pitones que no llegaron a ser aprovechadas. Un bajonazo del sobrino de Juan Mora dejaron todo en vuelta tras petición. Apuntes sin disparar. Sin estrecharse ni ceñirse no llegó a convencer y dio la sensación de oportunidad desaprovechada.
Salió el sexto; de nombre "Hortensio", numero 42, nacido en Octubre de 2019 y de 496 kg. colorado chorreado en verdugo. Homónimo el célebre novillo del 2012. Repitió encastado en los lances del debutante, Miguel Andrades. Le pegaron poco en el caballo donde empujó bien. En banderillas se lució y arriesgó el jerezano en tres variados pares. Ahí empezó a verse el galope encastado del novillo. Fue muy mal lidiado por la infame cuadrilla que trajo Andrades. Otero que parece ser su apoderado le robó varios muletazos en su primero con capotazos torpes e innecesarios. Mejor cambiar pronto a esos subalternos por su bien. Y de apoderado a ser posible.
La faena comenzó con unas embestidas torrenciales y enrazadas. Había que perder pasos entre muletazo y muletazo para no ser sorprendido. Necesitaba mando y sometimiento a gritos. El animal embestía con todo. Metía los riñones e iba largo pero con poder y encendida casta. Al torero le costaba desplazar la embestida ya que sus brazos no son largos. Y el animal pedía que lo llevaran largo y por abajo. Porfía y esfuerzo de Andrades. Por momentos se iba haciendo el amo el toro. Lógico y normal. Con cuatro novilladas toreadas en el último año no se pueden dar milagros. Hortensio perseguía la muleta con una bravura excepcional y nobleza. Codicia que apenas se ve hoy en día. Emocionantes y hermosas arrancadas humilladas. Faena larga donde ganó el toro. Se hizo el amo del cotarro. Y el torero dio todo lo que sabe y se entregó del todo. En la estocada se tiró a por todas. Bajonazo y volteretón tras chocazo con el testuz. Voló y en el suelo Hortensio le tiró un pavoroso viaje al pecho. Palizón.
Y Hortensio hijo de Hortensia se fue a los medios a morir como los bravos. Tragándose la sangre brava. En la boca de riego se desplomó vendiendo cara su vida. Un espectáculo de animal. Una casta brava en extinción. La emoción de la fiesta es el toro BRAVO. Cuatro aficionados, que mas o menos son los que habían en la plaza pidieron la vuelta al ruedo para el gran novillo. El presidente no lo concedió. Pues si a ese no se le concede el merecido premio... apaga y vámonos. Gran ovación en el arrastre donde los guiris batieron palmas sin saber lo que habían visto y aplaudían. Como está Madrid...
Este animal desborda a medio escalafón de matadores. Por eso el novillero está exculpado. Mostró su valor y su entrega sin límites toda la tarde. Salió vivo de un trance trágico en la estocada. Y con la muleta hizo lo que pudo y supo. Demasiado arroz. Demasiada casta para un novel sin placear. Satisfecho puede estar por haber estado delante de un TORO BRAVO aunque fuera podido por él. Es lo que tiene la bravura. Al mas pintado le puede un toro bravo.
Y es que ya lo dijo Juan Belmonte: "Dios te libre de un toro bravo". Y ya de paso, de una mujer despechada.
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