Es muy probable que se haga extensivo a otras plazas que celebran toros en aquel país. Ya cayó hace algunos años Quito, en Ecuador y la consiguiente caída en desgracia de ese país en lo taurino. Venezuela también está en "servicios mínimos". Colombia también ha sufrido prohibiciones duraderas y aguanta tambaleante, la celebración de alguna feria aislada, como Manizales; con Bogotá cerrada a piedra y lodo.
El movimiento anti en Hispanoamérica es un tsunami. Méjico está en manos de una presidenta terrorista comunista y criminal que anda en propagandas anti españolas y ensalzando al pueblo más asesino y criminal de la historia de la humanidad. Era lógico que este narco estado delincuente alentara estos ataques a la cultura y a la libertad. Los aztecas fueron la verdadera cultura dice la pájara.
Bien es cierto que en aquel país ha habido una decadencia taurina galopante desde hace alguna década. Los pitones que ven por esas plazas son tan indecentes como la clase política que allí campea a sus anchas. Un toro sin raza, sin emoción sin bravura y con los pitones mutilados no son la mejor defensa de la fiesta. Un sistema corrompido hasta el tuétano en lo taurino y en lo social ha propiciado esta situación irreversible e imparable. El sector taurino lleva suicidándose mucho tiempo. La nueva religión ecologista se ha instalado en el pensamiento colectivo de una sociedad subnormal e ignorante.
En el mundo de las mascotas tiene poco recorrido un rito sacro de sacrificio animal. Ahora se recogen las cacas de los perros con suma alegría como quien recoge un billete de 100 del suelo. Con estos mimbres poco se puede hacer. La muerte de seres humanos por otros motivos no importa apenas. Los animales y sus derechos son sagrados ahora. La vida humana no tanto.
Se han impuesto dogmas y nuevas religiones paganas. El sector lleva a por uvas mucho tiempo. No se cuida al toro. Se le mutila en cada plaza. Precios abusivos. Negocio cerrado para las tres o cuatro familias de la mafia. Y una reducción en el número de espectáculos del más del 50% en apenas quince años. Los ataques aquí en España han sido constantes y lesivos. Se viene arrastrando una crisis en el sector que ha llevado a la desaparición de muchas ganaderías y ferias.
No estamos organizados firmemente frente a estas hordas liberticidas. El mundo del toro sigue desunido en un mar de egoísmos e injusticias. Los augurios no son halagüeños.
En Hispanoamérica la desaparición es un hecho. Las vías de extinción de nuestra cultura de siglos llevan a la tauromaquia a una muerte anunciada
Después vendrá "la madre patria". Es cuestión de tiempo si no hay un frente de oposición sólido que haga de muro. De todas formas el mundo vive momentos convulsos y muy graves que se llevarán por delante muchas de las tradiciones que creíamos intocables. El NUEVO ORDEN MUNDIAL LIBERTICIDA parece que ha venido a destrozarnos y a robarnos absolutamente todo. Atención que viene a por todas. Luchar o morir. No hay otra...