lunes, 7 de marzo de 2016
OLIVENZA INAUGURA UN AÑO DE CAMBIOS
Empezó la temporada taurina 2016 con el hambre habitual tras un invierno sin toros. Se habla mucho de cambios y nuevos tiempos en foros extrataurinos y parece ser que en el toro; fuerza obliga.
Y es que el año pasado avisaron algunos jóvenes matadores muy nuevos, de sus ganas de colocarse en los carteles de figuras.
En esta feria de Olivenza se habían programado unos carteles atractivos con figuras consagradas y esta nueva camada que viene arreando y demanda la afición. Quedaron fuera El Juli, Morante o Padilla ya muy vistos en esta plaza. Era el primer escaparate importante de la temporada.
Y se han visto cosas muy interesantes. Y mucha gente en los callejones, como siempre.
El sábado con una de Garcigrande debutó Urdiales en Olivenza dejando momentos toreros y sabrosos. Con capote y muleta conectó con la afición con su clasicismo elegante. En el cartel reaparecia Perera después de un calvario de convalecencia de su gravísima cornada de Salamanca en septiembre pasado. No está al 100% pero volvió con vitola de figura y a defender su sitio ganado a ley. Buena noticia verle mas quieto que un palo con el capote a la espalda dando gaoneras estoicas. No tuvo los mejores toros pero dio la cara y despejó dudas después del tabacazo en el vientre.
Talavante se llevó la tarde. Actuación impresionante con un toro mirón, violento y desclasado al que tragó con bragueta pura. Se la jugó a ley. Impresionante los parones del toro y la quietud del torero. Fue cogido en un arreón al verle destapado. Por poco le arranca la cabeza. Un milagro. Volvió a la carga con unas manoletinas emocionantes. Dos orejas de peso. Otra más del sexto. Triunfo de otro que no va a ceder su sitio. De aquí estoy yo.
El novillero Ginés Marín estuvo sensacional en una matinal. Pide la alternativa a gritos. Soberbio e imaginativo con el capote. Pureza en su muleta y verdad. Un lujo de torero. Va a llegar. Se subirá al carro de los que vienen a quitar puestos.
En la matinal del domingo se lidió una gran corrida de cuvillo. Dos toros de vuelta. Adame, figura de México se mostró muy puesto. Técnico y seguro. Funcionó su espada y cortó tres orejas. No se deja nada en el hotel. La entrega y la ambición por ser también le adornan.
Garrido, jugando en casa estuvo muy bien. Con el capote y la muleta. Se los pasa muy cerca y hace el toreo clásico. Sin concesiones a la galería. Le gusta torear de verdad y cerquita. Y llegó al tendido. Aprovechó sus dos excelentes toros.
Roca Rey completaba cartel. Le cortó el rabo a un toro magnífico. Le recetó varios naturales antológicos al ralentí. Menos acelerado que otros días. Se templó y toreó despacio y con gusto. Su capote variadísimo, es de lo mejor de la actualidad. Y las ganas de comerse el mundo y de ser figura.
La imagen de los tres a hombros después de una matinal para recordar es la imagen del tiempo nuevo que se abre en el toreo. Están preparados para la guerra. Y la van a tener.
Lopez Simón remató feria con una puerta grande, sin toros. Pero con ambición y hambre de ser gente se llevó dos orejas arrancadas delante de Ponce y Manzanares. Le queda mucho aun por aprender. Su actitud es intachable.
Olivenza ha sido escaparate de un tiempo nuevo. Figuras como Perera y Talavante al máximo nivel defendiendo su situación desde el trono de las figuras y frente a ellos varios jóvenes toreros con posibilidades de robarles el sitio. Esos nombres que estaban en los carteles y en boca de los aficionados respondieron a la expectación. La competencia está servida. Ya era hora. Bienvenida sea.
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