sábado, 16 de abril de 2016

LA MANDANGA DEL MORANTISMO.




Solo unos pocos, muy pocos no sentimos ayer los pelos de punta ni espasmos ni urticarias de arte ni demás palabrería rimbombante ante la faena de Morante en la Maestranza. Y no es que Morante toreara mal. Todo lo contrario. Lo hizo con el gusto y la torería suya. Esa manera de componer la figura y torear con el cuerpo es inigualable. Esas verónicas cargando la suerte y meciendo el capote son insuperables. Toreando muy despacio y con temple, pero... Pero estaría bien que alguna vez se lo hiciera a un toro de verdad. Eso ya es otro cantar. No lo vieron mis ojos ni lo verán.
Lo de ayer era un animalejo moribundo mas cercano a una oveja que iba arrastrando la lengua por el suelo. Era el torito que necesita el genio de la Puebla. Antes había tenido siete toros en su feria y no había dado ni una vuelta al ruedo. Pero le habían allanado el redondel porque al maestro le da fatiguita la pendiente.
El caso es que el fracaso de la feria de Morante se tapó ayer con lo que han calificado muchos y entendidos periodistas; de faenón antológico, histórico, soberbio: el acabose. Con un torillo moribundo Morante dibujó el toreo despacito. Creo que llegará un dia en que salga vestido de torero a torear de salón a un ruedo y los tendidos abarrotados se rasgarán la camisa ante tanto arte. "No ze pué aguantá tanto arte, mi armaaa".


Ayer le llevaron a hombros por las calles de Sevilla. Al torero que mas toros ha birlado al público en esta y en otras plazas. Al torero que les toca las orejas en cuanto no embisten como el quiere. Al de la pendiente del ruedo. Al que exige que rieguen o quiten arena de allí o aquí.
Y es que hay una legión de partidarios del artista que matan por él. Se disfrazan para ir a verle y se ponen distintivos y pulseras para que se note que son morantistas. Algunos hasta se lo tatúan. Y el que ose a criticar a su dios se expone a una bronca o una reprimenda por no ser sensible a tanto arte. No está permitido hablar mal del genio. Te la juegas si lo haces. La dictadura del morantismo radical.
Sevilla es el santuario del arte. Parece ser que hay que ser de allí para torear bien y saber sentir el pellizco. Esa plaza en la que cuando uno de fuera se la juega con un toro áspero; no le tocan ni las palmas. Los silencios con guasa tan cantados en el Baratillo.  El que no lo sienta es un mal afisionao. También está el torito de Sevilla. Sin él no hay arte. Los cuvillos de ayer encarnan el torito de Sevilla. El borrego bobo que sigue la muleta moribundo y sin molestar para que se ponga bonito el mago de la Puebla. Sin rastro de casta brava y sin picar.
Y así surge la catarsis en el tendido y en las plumas y micrófonos de muchos que se contagian del ambiente embriagado. Algo digno de un estudio serio.
Y da igual que Morante lleve seis años sin cortar una oreja en su "casa". Necesita unos veinte toros para cortar "dos orejones". Tampoco importa que en no haya salido a hombros de Las Ventas vestido de luces en 19 años de alternativa. Es que en Madrid hace viento y hay mucha pendiente y está el "7"....


La nueva fiesta es esta. Donde el toro no cuenta o no existe. Donde los pitones muy finos no se ven demasiado. Y donde la casta y la bravura brillan por ausencia. El toro para Morante, decía ayer el ganadero del Cuvillo. Y además no se picó. la suerte de varas no existe sin toro. De risa.
La nueva fiesta es el gyn tonic, la chaqueta con clavel, el pañuelo fular morantero y el festival de orejones . Sin toro, por supuesto. Y salir de la plaza corriendo a contarlo con un rebujito y una narración delirante.
No me apunto a esta pseudotauromaquia de festivaleros y feriantes. Me quedo con la fiesta de COBRADIEZMOS. Me quedo con el toro encastado y bravo y con el torero que se ponga y que le pueda aunque no esté tocado por las musas ni la bolita del arte.  Prefiero ver a Roca Rey que domina  lo que le echen con mas verdad que cien faenas de Morante y más emoción. Prefiero ver a una figura como El Juli rico podrido salir a arrimarse como un perro y poderle a un toro. Sin suerte de varas y sin  toro bravo no hay fiesta aunque uno se ponga bonito.  Lo otro es una mandanga y una engañifa.
 



4 comentarios:

  1. Pero que arte mi arma, para la pluma y tintero!!!, eso sentimos ayer muchos aficionados que estuvimos viendo la corrida de Sevilla. Ante tanta verdad en tu escritura me desmontero. Así que , oiga!!, voy a empezar a regalar lupas y anteojos a la prensa mediática, que parece que solo hace ojitos a algunos toreros de arte. Mas objetividad y menos fanatismo. Ole por los toreros buenos. Yo, que gasto gafas pero de las de verdad,solo puedo decir que me emociona roca rey y que ole ole ole por juli. A ti morante, me tengo que quitar las gafas de tanto aumento. Aunque sabes que como tu, nadie maneja el capote.

    ResponderEliminar
  2. He hecho bien leyendo la crónica antes de ver la faena grabada. Morante, uno de los comandantes de la omertá periodística, elige "muy bien" a sus toros y los que no le gustan, puede llegar a tenerlos un día encerrados en un camión hasta que el veterinario los invalide. Lo de la procesión serìa un buen guión para Berlanga o Buñuel y lo demás para aquella sección del plus "Lo que el ojo no ve". ÁngelpueblA

    ResponderEliminar
  3. Yo soy muy torista.En muchos momentos de la lidia solo veo al toro en el ruedo. Yo creo que a veces es bueno cambiar para hacerse torerista y valorar en este caso el aporte a la Fiesta de la faena de Morante, tan necesaria en estos y todos los momentos. No fue una faena cualquiera, arte y plasticidad traducidos a una belleza como solo Morante sabe hacer, respetando muchisimo la de otros toreros, plasmadas por ejemplo en esta ultima Feria de Abril, en la que ha habido de todo, como en botica, y mas bueno a tener en cuenta, que malo.Y siempre a mejorar, toros y toreros.
    Viva la Fiesta.

    ResponderEliminar