viernes, 6 de mayo de 2016

LA HISTORIA DE EL PANA ACABO EN TRAGEDIA.


El horrible percance del pasado 1 de Mayo sufrido por Rodolfo Rodriguez "El Pana"en una insignificante población de México ha conmocionado el mundo del toro.
Una absurda voltereta trajo como consecuencia el peor resultado para un torero: la parálisis completa de corbatín para abajo. Una tragedia peor que la muerte por asta de toro.
Sobrecogidos y aterrados estamos de ver un cuerpo inerte partido por la mitad. Una visión horripilante de un torero y de cualquier ser humano.
Y es que El Pana a sus sesenta y cuatro años andaba por esos ruedos de Dios arrastrando su bohemia encanecida en busca de unos dólares y de un sueño en el que solo él creía. Locura y bohemia que le mantenían a su avanzada edad por los ruedos del mundo. El torero más veterano del país azteca con una vida con más hiel que miel hacia su último paseíllo de su vida el domingo.
Largo penar de hambre, alcohol, miseria y mala vida salpicado de faenas geniales y extravagancias sin iguales. Idas y venidas. Subidas y caídas al abismo. Su vida fue un camino difícil. Conoció lo peor y lo mejor. El toreo le dio un poquito de gloria. Su estilo distinto, genial y patético a la vez era incalificable. Sus paseillos con el puro más grande del estanco en su boca y esos andares tan suyos eran ya legendarios. Inventó lances nuevos y recetó muletazos sin parecerse a nadie y sin dejar a nadie indiferente. Con un temple distinto que afloraba solo a veces encandiló a la plaza de Mexico DF y otras muchas del ruedo mundial. Y una personalidad propia y única.
Su sueño de confirmar en Madrid no se logró. Le veía por las calles de Madrid pasear con sus sombreros de ala ancha y su personalidad marca de la casa. Pensaba yo para mi, pero este hombre está loco. Como va a torear con esa edad tan castigada un toro de Madrid. Pero él lo soñaba. No pudo ser. Aquí no le dejaron en Las Ventas aunque si en otras plazas de menor fuste.
En México aun le quedaban algunos cartuchos en plazas menores y en festejos con poca dignidad ciertamente.

El mismo dijo hace pocas semanas que si un torillo le topaba se acabaría El Pana. Se cayó el jarrón de porcelana y se deshizo en mil pedazos. Se acabó el Pana. Y Rodolfo aun no se sabe. Sigue muy grave...
Y es que por encima de la bohemia, el embrujo, la personalidad y la genialidad que adornaban al Pana está el toro y su ley. La lógica a veces se impone por encima de la suerte, los sueños y los buenos deseos. Este torero ya no estaba para estar en activo. El tiempo no perdona y menos a los toreros. Y me duele lo que le ha pasado porque es lo más duro que un torero puede sufrir y me apena que un torero no se pueda ir andando a su casa por una caída fatal. Quedarse postrado por una voltereta infame. No es el primer caso. Robles, Bienvenida, Nimeño, Adrian Gomez o El Chano lo padecieron amargamente.
El precio por torear a veces es carísimo. Lo de jugarse el pellejo no es un tópico... Y el toro siempre tiene cuatro años y una fuerza descomunal.
El sueño de El Pana terminó sin gloria y con pena en una plaza de mala muerte. Son las cosas del toreo. Pero al gran Pana, hombre de convicciones religiosas y de gran valor nadie le quitará el cariño de muchos públicos y su página en la historia del toreo. Ya es historia del toreo su genial brindis a las "meretrices que saciaron sus penas en los días de olvido y soledad". El brindis más genial de la historia.
brindis de "El Pana" en la mexico. - YouTube

 

Que Dios te bendiga PANA!

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