jueves, 20 de junio de 2019

RESUMEN SAN ISIDRO 2019 ( 1ª PARTE ).: CONSIDERACIONES GENERALES.



Terminó el San Isidro mas largo de la historia. 34 tardes 34. Y como no podía ser de otra manera han pasado muchísimas cosas.
La asistencia de público ha sido algo superior a años pasados. Hasta ocho días hubo un lleno total y otros muchos con magníficas entradas. Una buena noticia que confirma un repunte de afición y renovación de público pues la juventud cada vez acude es más abundante. Unas 620000 personas pasaron por la plaza en el mes.
El clima ha sido muy ventoso casi toda la feria lo que ha arruinado no pocas lidias. A pesar de todo no cayó ni una gota. La pertinaz sequia que padecemos. La ausencia de lluvia también animó a incrementar la asistencia de espectadores.

Otro dato relevante han sido la enorme cantidad de toreros corneados de gravedad. Gonzalo Caballero, Juan Leal, Manuel Escribano, Román, Pirri, Ritter, Aguado, Roca Rey y Luis David fueron corneados de diversa consideración. Además de muchas volteretas que también requirieron inspecciones en la enfermería.Una feria bañada en sangre. El equipo médico tuvo mucho trabajo y solventó con éxito tantas intervenciones quirúrgicas. Una vez mas D. Máximo y su gente estuvieron a la altura de las circunstancias.
 
Se abrió la puerta grande para cinco matadores; Perera, Roca Rey, David de Miranda, Ferrera ( tres orejas ) y Ureña. Tres rejoneadores cruzaron el umbral en hombros; Hermoso de Mendoza, Leonardo y Lea Vicens. Ocho puertas grandes en total. Dos orejas cortaron Román, Ginés Marín y Paco Ureña en tardes distintas ( mas su puerta grande). Una Emilio de Justo, Juan Leal, Eugenio de Mora y Curro Díaz. Tan solo una oreja para Rafael González en las novilladas. Y los rejoneadores cortaron una cada uno; Martin Burgos, Joao Telles, Moura JR, Cartagena y Galán. Diego Ventura cortó dos, una en cada tarde de las que actuó.


Se devolvieron muy pocos toros al corral. No llegaron a la decena. Las corridas tuvieron un alto nivel de presentación y seriedad, subiendo el trapío comparado con años anteriores. Algunos días demasiado grandes y cornalones. Y algún toro justito de todo, pero fueron los menos.  Muchos toros embistieron y bien. Sueltos pero muchos. Casi cada día saltaron uno o dos de triunfo. Aunque no hubo ninguna corrida completa para premio. No obstante el nivel ganadero fue alto en comportamiento y presentación.


De nuevo el palco fue protagonista con decisiones desconcertantes. La puerta grande concedida a Miguel A. Perera levantó gran polémica. Se pidió la dimisión del Sr. De Villa Parro en las redes sociales y con pancartas en los tendidos. También se abroncó mucho al palco por no concedérsela a Ginés Marín. En general se constató la ausencia de unidad de criterio en el palco de Las Ventas. Algo que viene de atrás.
Volvió a brillar la actividad cultural paralela a las tardes de toros con interesantísimas exposiciones de fotografía, pintura, capotes de paseo y útiles de torear. Homenajes a matadores retirados, conferencias y presentaciones de libros completaron la oferta.
 

Diversidad para todos los gustos. Las magníficas salas de exposiciones lucieron hermosas cada semana de feria.
Además el ocio fue gran protagonista de mañanas y noches. Amplias terrazas con música en directo y galerías de tendidos bajos fueron escenario de ratos divertidos entre aficionados. Los patios de caballos y arrastre también acogieron espacios para la gastronomía y la tertulia. Mucha afluencia y ningún altercado. Dato interesante frente a otros espectáculos con altercados violentos habituales. Respetando la funcionalidad de la plaza y con orden escrupuloso se pueden hacer muchas cosas para atraer gente joven a la fiesta taurina. Esta feria se ha conseguido y la tendencia es muy positiva para el futuro.

En las tardes de más expectación acudió un aluvión de público ruidoso y maleducado. Las voces a destiempo, los "viva España" y las bullas fueron insoportables muchas tardes. Demasiado alcohol, mala educación y falta de respeto a los toreros. Si hablamos de las salidas en hombros aun más lamentable. Zarandeos, collejas y arrancamiento de vestidos a los matadores que tuvieron la suerte o la "desgracia" de salir en hombros de la plaza. Una imagen penosa reflejo de la catadura moral imperante. Urgen medidas para acabar con estos "maltratos" e intervención de las fuerzas de orden público. El exceso etanólico hizo de Las Ventas un corral chusmero de deslenguados además de contagiar de triunfalismo desmadrado algunas tardes.
 Estas serían las consideraciones generales dignas de mención de la feria de San isidro 2019. Pisemos el ruedo y analicemos qué pasó sobre la arena venteña...

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