sábado, 27 de mayo de 2017

JULI, CASTELLA Y MARIN TRIUNFAN EN SAN ISIDRO.

DOS tardes esta semana que se han visto cosas dignas de recordar después de media feria mala de San isidro 17.


El jueves El Juli rozó la puerta grande tras una demostración de poderío y maestría. Ante dos toros remisos a embestir de Alcurrucén. Tardos y mansos. Se puso en el sitio donde les obligó a embestir. La muleta poderosa de Julián voló templada, rotunda y mandona. Un par de faenas inventadas sin gestos de cara a la galería. Los toros se rindieron y quedaron exprimidos y podidos. Una defectuosa estocada a su segundo le cerró la puerta grande. Una oreja de figura. Una de las mejores tardes de El Juli en toda su carrera en Madrid.



Esa tarde el toro bueno se lo llevó Ginés Marín. Cuajó una magnífica faena de empaque y profundidad. Elegancia, pureza y verdad. El toreo bueno de siempre. la suerte cargada, dando el pecho y rematando todo detrás de la cintura. Y toreando con el cuerpo con gracia elegante. Ante su primero avisó con lo mismo. Era otro toro mas parado y soso pero la faena estuvo llena de gusto y toreo bueno. Los remates de pecho antológicos. La izquierda estupenda. Muñeca suave. Vuelos detrás de la cadera. Que gozada de toreo. Ya era hora. Lo de toda la vida. Enganchar , llevar y rematar detrás de la cadera con ajuste y arte. Hay torero grande. Una nueva realidad que abrió rotundamente la puerta grande y que sale lanzado al estrellato. Ginés nos recordó como se torea. Y nos emocionó.
Y  Sebastián Castella ayer con el toro de la feria, de nombre "Hebrea" estuvo extraordinario. Un toro precioso, serio, bravo y con una clase superior. Embestidas al galope y humillación máxima. Celo y nobleza y entrega total del Jandilla. Un toro de vacas. La vuelta al ruedo fue merecida. Y es el toro de la feria hasta ahora.



Y Castella estuvo a la altura de tan grandioso toro. Sensacional con la muleta. Cambios de mano interminables al ralentí. Series largas con muletazos profundos. Lento, cadencioso. Soberbio el toreo asi como el toro. Una belleza de espectáculo. Madrid volvió a rugir. Se fue la puerta grande por no enterrar todo el acero. Con el quinto un sobrero difícil y con genio Castella peleó con tesón, valor y carácter de figura. No llegó el acople pero su faena fue trabajada. Un esfuerzo admirable. La raza del francés y su responsabilidad de figura llenaron la tarde. Dos tardes muy buenas en su Madrid. Si la espada hubiera estado mas certera hablaríamos de alguna oreja mas. Su crédito en Madrid intacto o al alza aun mas. Respeto y admiración a un torero que cada día está mejor y mas cuajado. Una gran figura.

El Juli, Castella y Ginés Marín sobresalientes en Madrid. A ver si sigue la feria hacia arriba porque necesitamos toros así y toreros de categoría como estos tres.

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