miércoles, 8 de noviembre de 2017

SANGRE Y ARENA

 

SANGRE Y ARENA es una conocidísima novela de Vicente Blasco Ibáñez escrita en 1908 y inspirada en parte; en la vida y muerte de El Espartero acaecida en Madrid en 1894.
La popularidad de la novela la llevó al celuloide hasta en tres ocasiones. La primera adaptación del año 1922 y protagonizada por el galán de la época Rodolfo Valentino. Posteriormente la más famosa de 1941 con Tyrone Power y Rita Hayworth estrellas del momento dieron vida a los personajes, Juan Gallardo y Doña Sol. Y en 1989 un director español firmó la última entrega de la saga en versión moderna. Contó con la deslumbrante "sex symbol" Sharon Stone que aparecía espléndida en aquella ocasión.



La historia cuenta la vida de un joven de orígenes muy humildes que persigue el sueño de hacerse torero para salir de la miseria. Cuando a base de arrimarse empieza a ser conocido novillero las cosas empiezan a cambiar. Su carrera sube como la espuma y se hace figura del toreo. Llegan los dineros, las fincas, los lujos y...las mujeres.
Casado con una enamorada y solícita esposa vive en las tierras adehesadas que tanto esfuerzo y valor derrochado costaron lograr. Rodeado de toros, lujo y fama.
Pero se cruzó en su vida una bella mujer atraída por la plata, el poderío y las lentejuelas del vestido chispeante. El desarrollo de la historia sigue con las pasiones furtivas bajo las encinas del torero y su amante. Los desconsuelos de una mujer engañada y encornada que persiste en su amor por el torero y los constantes celos y sufrimientos frente a la despampanante belleza de la intrusa amante. El final es la muerte del torero en las astas de un toro y en la suerte suprema; en su última corrida después de reconciliarse con la esposa que agarrada a un crucifijo oraba a la suerte de su matador.
Y es que hoy en día se repite la historia que es tan vieja como la novela de Blasco. Cada día. Son muchas las que sucumben y se deshacen ante un traje de luces, aunque sea de plata o azabache. Los hoteles son un ir y venir de aspirantes a algo más que un selfie. En las ferias se repiten las caras y se ciñen los escotes mas llamativos como reclamo de alamares.
Existe una subespecie de supuestas  aficionadas que esperan con paciencia su oportunidad para dar el salto al cuello. Al olor de las figuras o de "las corridas buenillas". No es importante la procedencia geográfica. Hasta venidas de otras puntas del mundo taurino sucumben al varonil atractivo de taleguillas ajustadas y medias rosas. Vidas que cambian para siempre al conocer a los adonis de la masculinidad y la valentía espartana. Otras se convierten en profesionales gráficas para ganar posiciones en las parrillas de callejones y patios de caballos. Otras "bloguean"o tuitean loas y poemas cutres con poca base taurina delatando sus instintos.



Las hay que apuntan a oro. Otras empiezan a ganarse aliados entre las cuadrillas.
Y es que solo hay que observar con atención y disfrutar del espectáculo. Las mas bajas pasiones al descubierto. La atracción femenina hacia el hombre valiente. gallardo y heroico levanta las llamas del furor incontrolable. Obsesión ancestral.
Los toreros con su juego diario con la muerte, la presión del público, los viajes incesantes y la lejanía de casa son presa fácil de estas sugerentes invitaciones sin nada a cambio. Luego es otro cantar cuando las ingenuas admiradoras, una vez consumadas, se quedan desoladas esperando abrazos, llamadas o presentes que no llegan de su amante famoso. Algunas lo consiguen y llegan a sentarse al sol en las fincas ganadas con sangre y sudor, convirtiéndose en señoras de. Y es por eso que algunas astutas mujeres desposadas con matadores viajan como parte del esportón para ahuyentar y vigilar. Celosas de su poder. Allende los mares, en las Américas donde aún es más común el furtiveo de cuadrillas y taurinos...hasta allí les acompañan.
Curiosa especie la "de las Sangre y Arena" que siempre han existido en este y otros mundillos de la farándula, el deporte y el espectáculo. Pero los toreros sobresalen; como su indiscutible heroicidad diaria y su hercúlea fortaleza para jugar con su vida delante de dos pitones.
Divertida película que se proyecta cada dia de toros en bares, callejones, hoteles, tertulias, patios de cuadrillas, fincas y demás escenarios de la vida taurina que forman parte del paisaje habitual del intra mundo del toro.
Dicen que los toreros han bautizado a esta especie con un nombre.
 Nadie lo sabe...o tal vez si..




 

 
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