jueves, 21 de enero de 2021

REQUIEM POR EL TORO BRAVO.

Nunca en la historia hubo un tiempo tan trágico para el toro bravo como el presente que estamos padeciendo. El TORO protagonista máximo de calles y plazas está en peligro mas que nunca.

La pandemia china que asola el mundo se ha cebado con los ganaderos que funden sus ahorros en mantener sus vacadas desde hace años. Antes de la llegada del virus infecto los ganaderos sufrían el desprecio del sector taurino empresarial con liquidaciones miserables de sus productos. Soportaban la dictadura de las figuras que solo mataban cuatro o cinco ganaderías contadas enviando a la inmensa mayoría al ostracismo o al matadero. Culpables de la desaparición de muchos encastes únicos. Toreros y empresarios ignoraron muchos hierros. La Administración por su lado se dedica a machacar sistemáticamente con saneamientos múltiples, inspecciones, exigencias y acosos varios a un sector vapuleado.

La temporada 2020  apenas sin festejos ha condenado a muerte cientos de miles de cabezas que acabaron en un matadero. Todo el dinero invertido y el tesoro genético fruto de una selección de décadas desaparecen día a día sin remisión. Se vislumbra un año parecido en lo oscuro y trágico para estos criadores. Las corruptas Comunidades Autónomas han denegado ayudas para compensar las pérdidas generadas por este naufragio del toro bravo

El paso del reciente frente de frio y nieve ha terminado de cerrar el maléfico círculo de la hecatombe. Cientos de bajas por frio, inanición o deshidratación han amargado a cientos de ganaderos de ambas mesetas ibéricas.

 

La sombra negra del cuervo social comunista amenaza con la Ley Contra el Maltrato Animal que proyectan estos supuestos ecologistas. Los censores del nuevo orden moral y social que abanderan la defensa de un animal al que ignoran y desprecian por completo no se han dejado ver en ninguna dehesa achicando nieve o picando el hielo de los bebederos. Tampoco les importa el futuro de la dehesa ibérica, joya de nuestra piel de toro la cual es mantenida en perfecto equilibrio por los ganaderos propietarios. Esta gentuza espera a dar el cachetazo al toro que ya está echado escuchando los bolillos de la mulillas.

Políticos infames, toreros y empresarios, pandemias y temporales han machacado el sector ganadero hasta la extenuación. Se han cargado al Rey Toro.  La ruina y el drama no tienen precedentes .Entre todos la mataron... y ella sola se murió.

Cualquier tiempo pasado fue mejor. La enferma sociedad ignora los miles de muertos de esta pandemia. Se abrazó hace mucho tiempo, al egoísmo ,a la mascota idiotizante a la cobardía y a la ignorancia. Y asi nos va y nos irá. Nadie levantará una voz para denunciar el gran peligro de extinción de esta especie única.

Hagamos una reverencia de agradecimiento a los ganaderos por su generosidad y heroísmo. El toro bravo se muere. El campo se arruina sin solución. Una enorme catástrofe.

El Requiem resuena en nuestro recuerdo nostágico de cuando el toro era el REY de la fiesta....