lunes, 30 de mayo de 2016

"CAMARIN" DE BALTASAR IBAN; BRAVO A RABIAR.


Después de veintidós tardes de San Isidro salió un toro bravo de verdad. Volvían los ibanes y había esperanzas en que saltara alguno bravo. Después de casi un mes de toros bajos de raza y escasa bravura los ánimos del aficionado estaban por los suelos respecto al toro.
Del santuario de  "El Campillo" venia la siempre esperada corrida de Baltasar Ibán.
Magnífica presentación y variado pelaje. Lustrosos y bien criados. Una corrida guapa.

El primero fue noble y humillador. Con calidad pero las fuerzas justas aunque peleó con bravura en el jaco. A este si lo midieron con la puya. Iván Vicente porfió con gusto e intermitencia.
Su segundo fue un cinqueño que hizo cuarto con dos puñales y una casta inusual en estos días. Toro agresivo y con guasa. Áspero pero con un sitio donde escondía embestidas. Iván no pasó la raya y los enganchones, desarmes y las dudas arreciaron la violencia del Ibán que no era tonto y desarrolló hasta acabar con todos los capotes rotos de los peones de Vicente que pasaron un quinario. Un toro duro y fiero al que costó descabellar. Vendió cara su muerte. Hasta respeto inspiró muerto.Un toro y punto.
 


 
En el lote de Victor Barrio cayó un colorado, chico, precioso y astifino algo escurrido con respecto a los demás. Un toro repetidor y bueno. Mal tratado por trapazos destemplados. Eso descompuso al Iban con algún cabezazo. Barrio desbordado pajareó inquieto. Los enganchones y el paso para atrás fueron la tónica de su faena. Y su colocación más allá del perfil. Una pena. Un buen toro que se fue con las orejas y sin torear. Un toro de claro triunfo que descubrió a un torero con negro futuro.
El sexto otro colorado serio y fuerte se vino abajo después de un tercio de varas terrorífico. Le dieron a modo. Barrio no estaba para pelear. Ni quiso ni pudo. La lluvia y el frio se apoderaron de la tarde y a ese sexto no le vimos porque le asesinaron.



Ya había pasado lo mismo en el quinto. Otro cinqueño de imponente arboladura y embestidas potentes. Daba miedo. Imponía un respeto que nunca debió de perder el toro de lidia. Le asesinaron impúdicamente en el caballo. Tapándole la salida para zurrarle sin piedad. Puyazos caídos y a mansalva. Se acabó el toro tras una voltereta espeluznante a Alberto Aguilar que salvó la cornada de puro milagro. Ahí se rajó el toro al que no pudo nada mas que hacérsele media faena. La sangre le llegaba a la penca del rabo y hasta allí llegó. Un crimen con responsables y sin culpa. ¿Cuándo va a intervenir la autoridad? Luego dirán que el toro no tuvo finales y esas bobadas. Lo que no tuvo final fue la hemorragia de las puyas en la paletilla.

CAMARIN, NUM.37; 560 KGS.

Pero el capítulo mas extraordinario de la tarde fue la lidia del segundo toro. Camarín de 560 kgs. fue un toro bajo y serio. Y guapo. De bellas hechuras. Salió alegre repitiendo con codicia en los vuelos capoteros acelerados de Aguilar. Acudía de lejos a donde le llamaban con un galope hermoso. Una humillación fuera de serie y un tranco excelente. Rematando en los burladeros.
Aguilar hizo un quite variado y vibrante. El Ibán no perdía detalle. La alegría de la embestida al caballo fue soberbia. Recto como una vela empujó en el peto con riñones y desbordante bravura. En los dos puyazos.



Se presagiaba faena grande. Y hubo una actuación entregada de Aguilar. Pasajes buenos con la mano derecha y otros zurdos. Pero se amontonó y a veces ahogó la boyante embestida. Embestía incansable con codicia, clase , fijeza y nobleza, mucha nobleza. Por abajo de rebozaba queriéndose comer la muleta. Pedía estar cruzado y distancia. Aguilar no lo vió del todo. Faena  irregular.
Tras un estoconazo de ley de la que salió trompicado el torero; vimos morir al Ibán como mueren los bravos. Con su boca cerrada y aguantando de pie con la raza selecta que lleva esta sangre. Era un toro de vuelta al ruedo. Se pidió por muchos espectadores. Oreja concedida. El mejor de la feria y de muchas ferias. El presidente hizo el ridículo mas absoluto. Pésimo aficionado. Ese toro mereció un premio. La ovación en el arrastre fue apoteósica, con sabor a arrastre lento de vuelta. Se lo ganó, oiga!


Volvieron los toros bravos a Las Ventas. Una corrida encastada y muy completa con un toro de vacas. Por fin vimos toros rematando en los burladeros y con casta brava . Aunque asesinaron a dos en la tanqueta. Ayer salió la mejor corrida de San Isidro 2016. Asi de claro...

miércoles, 25 de mayo de 2016

...Y DIOS SE ACORDÓ DE DAVID MORA



Aquel 20 de Mayo de 2014, en Madrid,  un toro le arrancó la femoral y casi la vida en aquella terrible cornada en la puerta de los chiqueros. Don Máximo le salvó la vida in extremis cuando David se sintió morir por aquel incesante torrente de sangre que escapaba por el boquete.
Volver a torear parecía imposible. Recuperar al hombre había sido un milagro. Pero David no se rindió. No dejó de soñar con volver. Y se volcó en el largo y duro camino de recuperación de aquella pierna destrozada y con los nervios inservibles. Llegó otro milagro pues un dia la pierna empezó a recibir estímulos nerviosos dormidos durante meses. En su largo peregrinar de médicos y operaciones quirúrgicas David  Mora veía la luz. Era posible volver al ruedo. Se volcó en la recuperación y preparación física para poder volver a ponerse delante del toro. Y lo logró. Fue en febrero de 2016 en Vistalegre.
Pero ayer volvía al escenario de la tragedia y de la gloria. La plaza que lo vio triunfar y casi morir. Un reencuentro íntimo con su plaza. Fue recibido con la ovación unánime de admiración a su heroicidad y capacidad de superación.
Y le salió un toro que el destino le había reservado para tan emotivo dia. "Malagueño" de 563 kgs. de la ganadería de Alcurrucen. De preciosas hechuras, baja alzada y armónicas líneas. Serio. Muy en "nuñez".
Lo bordó con el capote en el recibo templado a la verónica pero sobre todo en un ceñido quite por gaoneras de réplica a Roca Rey, en el mismo centro del ruedo y con un viento inoportuno. Se la jugó de verdad y ahí rompió todo. El toro era bravo y codicioso. Se desplazaba con largura y humillación.
Brindis a D.Máximo en la puerta de la enfermería. Su salvador. El Angel de los toreros. Y al primer muletazo o intento cambiado por la espalda fue cogido y milagrosamente no corneado. La caída a plomo y con el cuello ; feísima. Noqueado tras semejante costalada fue reanimado..
Y volvió al toro. Estatuarios verticales y quietos. Y unos remates por bajo, del desprecio y trincheras entremezcladas pusieron los tendidos hirviendo. El toro rompió a embestir largo y franco.

Se desplazaba haciendo el avión y se abría con una calidad extraordinaria. Las series diestras fueron ligadas, de mano baja y templado trazo. El toro se toreaba solo. Parecia un robot. Un auténtico carretón. Y David acompañaba las embestidas con desmayo y clasicismo.


Gusto y elegancia. Con la zurda bajó un poco el alto nivel pero brotaron naturales sueltos de categoría entre otros mas desacompasados. No era ni el dia ni el momento para echar la lupa.
David estaba disfrutando con las enclasadas y la interminable entrega del toro de los hermanos Lozano. Relajado, desmayado y acompañando con la cintura. El toro le pidió la muerte tras una serie final con la izquierda que bajó el diapasón. Se volcó sobre el toro con rectitud y furia. Perdió la muleta pero colocó un estoconazo que reventó al toro y lo tiró patas arriba en segundos.


La apoteosis. Dos orejas del tirón y pañuelo azul. Vuelta al ruedo a un toro de bandera. Y puerta grande de ley. David lloró para adentro y para afuera pero como lloran los toreros y los hombres. Sin gestos ni aspavientos. Y miró al cielo aliviado. En una mirada de agradecieminto, desde el alma y el dolor padecido daba gracias a Dios por el premio que el cielo le envió. Madrid rendido a un torero que venia de la muerte. Verdadera emotividad. Vuelta al ruedo de clamor y alegría colectiva. Nadie protestó nada. No era el día de mirar la colocación o el pico ni la perfección de los muletazos. Era el momento de celebrar la vuelta del héroe tras el calvario y la zozobra.
Ayer 24 de Mayo de 2016 era el dia para disfrutar del triunfo de David Mora. El triunfo de la vida. Una fecha para mitigar padecimientos pasados y para sentir la grandeza de ser torero.
Emotiva e inolvidable tarde de David Mora. La tarde en la que DIOS se acordó de él y le envió a "Malagueño"
 
 

viernes, 20 de mayo de 2016

UNA LECCION DEL GRAN MAESTRO DON ENRIQUE PONCE


Y llegó el maestro D. Enrique Ponce. El torero de Chiva con veintisete temporadas a sus espaldas de matador volvía a Madrid. Con la misma figura que cuando debutó de novillero allá por finales de los ochenta.
Pero con la misma ilusión de aquellos lejanos comienzos afrontó la tarde el maestro. Parecía él, el confirmante de alternativa.
Su primer toro fue grande y serio. Y con buen comportamiento en el caballo. Le recibió con unas mecidas verónicas acompasadas con la cintura y una media clásica y preciosa, a la cadera.
Bregó él dirigiendo la lidia con medida y sapiencia. Sutiles y justos los capotazos.


La faena fue un prodigio de sabiduría, elegancia, sutileza y técnica. Los doblones de inicio soberbios. Ajustados, largos, enjundiosos. De un sabor enorme.
Con la derecha surgieron muletazos caros, acompasados, la figura relajada, la cintura cimbreante acompañando las embestidas que templó con una suavidad solo al alcance de los privilegiados. Se colocó en la distancia precisa. Cargó la suerte citando con el pecho y echándole la bamba de la muleta. Con la zurda iba menos entregado el toro de El Puerto y le fue consintiendo poco a poco sacándole naturales de mano baja y rematados detrás de la cadera. Sonaron esos olés rotundos de Madrid y Ponce no cabía de gozo en la chaquetilla. Le vuelve loco a cualquier torero escuchar rugir los tendidos venteños. Los cambios de mano marca de la casa y los remates de pecho fueron de cartel. Una faena con esquema. Planteamiento, nudo y desenlace.


Había administrado las fuerzas del toro con primor. Sin tirones y con temple. Con pausas entre las series y entrando y saliendo de la suerte con andares de torero caro. Dosificando al noble toro al que hizo mejor. Sonó el aviso y seguía toreando y sintiéndose en Madrid. La plaza con él y él con la plaza. Ayer hubo comunión. Pinchazo y estocada. Se esfumó la oreja. Pero ahí quedó la mejor faena de la feria hasta ahora.

Con el cuarto( tris) poco pudo hacer. Un sobrero feo y sin cuello de Valdefresno con pinta de bisonte. Pero Enrique le buscó las vueltas por ambos pitones poniéndose de verdad y mostrando que no había nada que rascar. Terminó macheteando con majeza y con sabor de otra época. Toreando por la cara con reminiscencias de Domingo Ortega. Que afición tiene este hombre. Con su veteranía y el rato que se pasó buscándole pases imposibles a ese cuarto. Esta vez mató por arriba de estocada y la ovación desde el tercio volvió a ser rotunda. Madrid había contemplado una lección del gran maestro.
Enrique Ponce ayer nos deleitó con su toreo. La inteligencia, la facilidad, la técnica y el valor de este torero no tienen límites. Ni su afición, su amor propio. Ni su elegancia natural, la armonía, la suavidad, el temple de unas muñecas únicas. El conocimiento total del toreo y la experiencia de más de cuatro mil toros hacen de Enrique Ponce un maestro consumado del arte de la tauromaquia.
Ayer Ponce dictó lección en la catedral. Una más. No se retire usted maestro...



 

sábado, 14 de mayo de 2016

DOS FAENAS PARA EL RECUERDO


Primera tarde de figuras de San Isidro 2016. Llegaba la confirmación del último gran revulsivo de la fiesta; el peruano Andrés Roca Rey acartelado con dos figuras ; Castella y Talavante.
La corrida de Nuñez del Cuvillo se había remendado con dos de Mayalde.
Roca Rey se hizo presente en el toro del ceremonial mostrando su capote exhuberante. Gaoneras ceñidisimas. Con la muleta demostró otra vez su valor con una quietud asombrosa. Alargó el trasteo buscando el triunfo pero el toro noble se desinfló totalmente.



En el quinto volvió a a hacer un quite en el mismo centro del anillo por tafalleras verticales y estoicas. Dejando llegar la incierta embestida del jabonero que repartía hachazos y al que luego Talavante domeñó. Muy de verdad estuvo con el capote toda la tarde. Lo domina y lo maneja con gracia y variedad. El mejor percal de la actualidad.
En el sexto después de la larga espera del confirmante salió a comerse el mundo. El castaño de Mayalde con dos puñales y mucho genio auguraba una faena de emociones. Brindó Andrés al rey emérito el de la confirmación y este al público . El toro encastado, con movilidad incierta y sin ir metido pedía mando y aguante. Pero a Roca le sobran pelotas. Se la puso adelante, consintiendo miradas, parones y probaturas hasta que lo fue desengañando llegando una serie diestra soberbia en el mismo centro del ruedo. Fueron derechazos mandones de mano baja engarzados con ligazón y ajuste. Estalló la faena y la plaza rugió. Terminó con pases imposibles por la espalda, arrucinas y alardes marca de la casa. En la suerte de recibir pretendía rematar su obra pero el toro se le arrancó y el peruano le esperó entre los dos pitones en una estocada al encuentro hasta los gavilanes y arriba. Se jugó el pellejo y salió trompicado pero ileso después del cabezazo violento del toro. Cayeron las dos orejas. Protestadas por algunos. Que si una y media que si dos. Polémica servida. 
Valorando el toro que tuvo delante y el estoconazo creo que la segunda se la ganó. Un toro complicado, con mucho que torear, con su genio y dos puñales. Aguantar miradas y embestidas envenenadas tiene su mérito. Sobar al toro poco a poco hasta poderlo y someterlo siempre tuvo premio. Y Roca lo hizo. Y hubo premio gordo.



Su tarde fue rotunda y su triunfo le avala como la nueva figura del toreo. Sorprende que con diecinueve años y unos meses de alternativa esté de esa forma. Ese valor no es normal ni en un gladiador. Y la personalidad que se gasta el limeño. Y los andares ceremoniosos y toreros. Y la majestuosidad de su capote. Tampoco es corriente pasarse los toros por delante y por detrás rozándose la seda como si los pitones fueran de goma. Y esa ambición que le rebosa. Esa forma de esperar las embestidas sin mover ni un músculo. Ingredientes para que Andrés Roca Rey se haga rico en esto. Tiene aún cosas que depurar en sus muleteos. Pero ahora está en triunfar y arrancar las orejas para colocarse arriba del todo. El Mejor Roca aún no lo hemos visto. Cuando asiente el toreo en los riñones y juegue la muñeca  con mesura llegará su cumbre. Lo sabe hacer. La muñeca es de oro y tiene gusto y empaque para gustar hasta los escépticos. Ayer se consagró en Madrid y en su primer pasillo de matador. 


Asi se viene a Madrid y así se hace una figura del toreo.


Pero hubo otro capítulo para rememorar en la tarde de ayer. El quinto toro cinqueño y jabonero de Cuvillo cantó pronto su violencia en el capote de Talavante. Un toro reviejo, aleonado y con una agresividad emotiva. Dura su brega donde el gran peón Trujillo fue arrollado y las pasó canutas con las tarascadas indómitas.
Pero Talavante que es un valiente contrastado y que está en su mejor momento le plantó pelea.



Primero por doblones para bajarle los humos. Y luego se lo sacó al centro y se la puso de verdad. Las miradas del cabrón jabonero eran pavorosas. Medía por encima del estaquillador y gazapeaba al acecho. Y ese tío se puso allí y se la echó para adelante. Cada muletazo era una lotería. La incertidumbre de  si cogeria el trapo o al enjuto pacense que no se movía reinaba en las mentes del público. Que emoción. Y es que le enjareto tres series mandonas y por abajo con su zurda entre tarascadas y cabezazos. Que valor. A la faena le faltó una serie más para reventar al toro de verdad y abrir la puerta. La estocada fue muy buena en colocación y ejecución recta. Oreja de ley. De las que se recordarán. La aspereza frente al valor. Un combate. La emoción. Y además hubo toreo zurdo de mano baja y trazo largo aunque lógicamente no limpia del todo . De las faenas que no se le olvidarán ni al torero ni a Madrid.





Castella estuvo en su peor versión. Perfilero y aliviado. Y vulgar. Ni la sombra del año pasado. Mala tarde del gabacho delante de dos gallos de pelea que le mojaron la oreja en su plaza.
Emoción y peligro ayer en quinto y sexto. Y grandeza de dos toreros valientes. La fiesta es grande. Ayer era San Pedro Regalado, patrono de los toreros, y tuvo trabajo extra con Talavante y Roca Rey. 

jueves, 12 de mayo de 2016

DESMONTANDO A PACO UREÑA.




Es acojonante el caso de Paco Ureña. Ahora resulta que es el paradigma del toreo puro, de la verdad y del arte. Hay que jorobarse.
Hasta Madrid se ha rendido a este torero murciano. Ayer le aplaudió todo. Trallazos, enganchones, medios pases y muletazos buenos. Todo vale oro, oiga. Como torea por Dios!! Como ha eztao er Ureña tuu!
Y es que le volvió a corresponder un extraordinario toro en suerte, esta vez de El Torero. Otra vez en Madrid. Con el fuenteymbro y el adolfo del año pasado no cortó ni una oreja y eso que eran de cortijo aunque le dieron mucho pábulo a aquella faena de otoño de medios pases, lágrimas y sollozos.

Ureña es un torero de valor y entrega indudables. Hasta ahí mi admiración. Pero sus medios muletazos con viaje desde detrás de la cadera, abusando del pico y desplazando hacia afuera unas veces y otras hacia dentro confunden al personal. Y es que la inteligencia no es lo sobresaliente en Ureña. Tiene un técnica muy precaria que se basa en decisión y valor auténtico que ocultan una ignorancia considerable de como es el toreo.
Enseña las ingles y el pecho. El teatro del cite, los gestos y miradas de autoafirmación a la grada no se corresponden con una ejecución desigual y ordinaria en muchas ocasiones. Torea demasiado con el pico y no toca. De ahí vienen las volteretas, los desarmes y los enganchones cuando el toro le sorprende, con frecuencia. Y la falta de mando y poder.
Lo de enganchar adelante, llevar toreado y soltar detrás de la cadera después  eso le sale a veces por casualidad. Su toreo se basa en la muleta retrasada siempre detrás de la cadera ( causa de sus muchas volteretas), aprovechar las inercias y hacer una  colección de gestos al tendido. Unas veces lloros, otras sonrisas y otras alaridos de "ahí que a eso".
Sus faenas no suelen tener esquema. Empieza según le da. Nada tiene un por qué. Cuando las faenas se despeñan por falta de hilván o remate recurre a sus medios muletazos de frente a pies juntos o los trallazos por bajo a favor de querencia que enloquecen a muchos.
Y para remate su repertorio de gesticulaciones, paseos de éxtasis, lloros, sollozos o sonrisas de iluminado que enloquecen a la grada..
Con la espada no es Rafael Ortega aunque se tira a por todas con los ojos cerrados a la técnica.


 Alucinante. Hoy he visto a Madrid entregado a todo  lo que Ureña hacia fuera bueno , malo o regular. El pinchazo evitó una puerta grande de risa. Las cosas de Madrid. Ante ayer machacaron a un novillero llamado Gines Marín que puso los muslos y cargó la suerte en el primero y en el segundo y en cada muletazo. A otros no les pasan ni un miajita de pico. Y a este se lo aplauden todo.. Si con el público ciego y rendido no sale a hombros cada día que torea en la capital es para reflexionarlo no?
Pero Ureña juega muy bien su papel. Y el teatro lo domina. Los aspavientos, la cara de pobrecito desesperado, los lloros y el andar descalzo y desgarbado, como roto, le da resultado. Se lo ha creído hasta Madrid.... que es el torero de la pureza y la verdad. Todo corazón!!


El caso es que en esta plaza le embisten los toros de bandera. Tres seguidos entre este soberbio toro de El Torero de ayer, el fuenteymbro y el adolfo del año pasado.
Le dieron una oreja después de un pinchazo y una faena deslavazada con enganchones, medios pases y otros de  cartel sueltos. De uno en uno.  Lo cierto es que el toro quedó la mitad sin torear de adelante a atrás y sin ser llevado con mando. Ureña se pone bonito con la inercia. Pero lo de enganchar, llevar y soltar...eso no lo vimos.
Curioso caso el de Paco Ureña. Se entrega, lo da todo, es honrado y sincero. Luego saca el teatro y da pases sin sentido mezclados con otros buenisimos( los menos) y al final....es el paradigma del toreo puro, de la verdad y de la toreria.
Lo siento pero no. No es un camelo ni un estafador. Pero lo otro, ni mucho menos. No puede ser ! Que menosprecio a otros muchos toreros que se me vienen a la cabeza; y  de todas las épocas. Y esos hubieran cuajado del todo al serísimo "OJIBELLO" DE SALVADOR DOMECQ. Y a este murciano con cara de iluminado se le fue la mitad sin calar. Como está esto señores. un poquito de cordura, un poquito de memoria y un poco de cultura taurina..por favor. El toreo es sagrado y hay que preservarlo de teatros y medias verdades. Y no engañen más al pobre Ureña que al final se lo creerá.


viernes, 6 de mayo de 2016

LA HISTORIA DE EL PANA ACABO EN TRAGEDIA.


El horrible percance del pasado 1 de Mayo sufrido por Rodolfo Rodriguez "El Pana"en una insignificante población de México ha conmocionado el mundo del toro.
Una absurda voltereta trajo como consecuencia el peor resultado para un torero: la parálisis completa de corbatín para abajo. Una tragedia peor que la muerte por asta de toro.
Sobrecogidos y aterrados estamos de ver un cuerpo inerte partido por la mitad. Una visión horripilante de un torero y de cualquier ser humano.
Y es que El Pana a sus sesenta y cuatro años andaba por esos ruedos de Dios arrastrando su bohemia encanecida en busca de unos dólares y de un sueño en el que solo él creía. Locura y bohemia que le mantenían a su avanzada edad por los ruedos del mundo. El torero más veterano del país azteca con una vida con más hiel que miel hacia su último paseíllo de su vida el domingo.
Largo penar de hambre, alcohol, miseria y mala vida salpicado de faenas geniales y extravagancias sin iguales. Idas y venidas. Subidas y caídas al abismo. Su vida fue un camino difícil. Conoció lo peor y lo mejor. El toreo le dio un poquito de gloria. Su estilo distinto, genial y patético a la vez era incalificable. Sus paseillos con el puro más grande del estanco en su boca y esos andares tan suyos eran ya legendarios. Inventó lances nuevos y recetó muletazos sin parecerse a nadie y sin dejar a nadie indiferente. Con un temple distinto que afloraba solo a veces encandiló a la plaza de Mexico DF y otras muchas del ruedo mundial. Y una personalidad propia y única.
Su sueño de confirmar en Madrid no se logró. Le veía por las calles de Madrid pasear con sus sombreros de ala ancha y su personalidad marca de la casa. Pensaba yo para mi, pero este hombre está loco. Como va a torear con esa edad tan castigada un toro de Madrid. Pero él lo soñaba. No pudo ser. Aquí no le dejaron en Las Ventas aunque si en otras plazas de menor fuste.
En México aun le quedaban algunos cartuchos en plazas menores y en festejos con poca dignidad ciertamente.

El mismo dijo hace pocas semanas que si un torillo le topaba se acabaría El Pana. Se cayó el jarrón de porcelana y se deshizo en mil pedazos. Se acabó el Pana. Y Rodolfo aun no se sabe. Sigue muy grave...
Y es que por encima de la bohemia, el embrujo, la personalidad y la genialidad que adornaban al Pana está el toro y su ley. La lógica a veces se impone por encima de la suerte, los sueños y los buenos deseos. Este torero ya no estaba para estar en activo. El tiempo no perdona y menos a los toreros. Y me duele lo que le ha pasado porque es lo más duro que un torero puede sufrir y me apena que un torero no se pueda ir andando a su casa por una caída fatal. Quedarse postrado por una voltereta infame. No es el primer caso. Robles, Bienvenida, Nimeño, Adrian Gomez o El Chano lo padecieron amargamente.
El precio por torear a veces es carísimo. Lo de jugarse el pellejo no es un tópico... Y el toro siempre tiene cuatro años y una fuerza descomunal.
El sueño de El Pana terminó sin gloria y con pena en una plaza de mala muerte. Son las cosas del toreo. Pero al gran Pana, hombre de convicciones religiosas y de gran valor nadie le quitará el cariño de muchos públicos y su página en la historia del toreo. Ya es historia del toreo su genial brindis a las "meretrices que saciaron sus penas en los días de olvido y soledad". El brindis más genial de la historia.
brindis de "El Pana" en la mexico. - YouTube

 

Que Dios te bendiga PANA!