La tarde de toreo caro y elegante de Diego Urdiales en Bilbao con su gran triunfo de tres orejas es la demostración enésima de como está de podrido el tinglado taurino.
Un torero como el riojano llegaba a Bilbao a finales de Agosto con dos paseíllos en la temporada. Parado y fusilado por los taurinos de la caspa.
Al día siguiente en Colmenar Viejo surgía la sustitución de Cayetano pero el sistema prefirió a Padilla en su temporada festivalera de despedida entre pañuelos y banderas piratas. No sirve de nada torear con la pureza de Urdiales en dos faenas de puro deleite para los sentidos. Tres orejas en Bilbao no te dan ni para una sustitución en un pueblo.
El sistema está claramente acabando con los llenos en los tendidos. Bilbao ha quedado en evidencia con claros excesivos en las gradas en tardes de figuras mas vistas que el tebeo. Y otras muchas ferias con los mismos toreros de hace años.
Los precios abusivos de muchas plazas, los afeitados impresentables, las corridas terciadas e indecorosas, las suertes de varas excesivas o inexistentes y mal ejecutadas, las repeticiones de toreros acabados o a sueldo de los capos están echando a la afición de las plazas.
Muchos toreros están en su casa sin apenas torear porque otros lo hacen por cuatro duros o como asalariados baratos de los capos. Una pena pero una realidad.
Alejandro Talavante otrora jornalero del sistema y ahora repudiado y vengado por su ex jefe Matilla anda de pueblos y fuera de ferias donde antes estaba fijo. Se ha tenido que apuntar a dos tardes en Madrid en otoño para intentar recuperar la posición que le han hurtado a los que antes servía. Y cortó tres orejas en San Isidro pero se enfrentó a su poderoso señor; que decide cual emperador romano ; quien torea o no.
Lo mismo sucede con muchas ganaderías que no lidian ni a puerta cerrada porque las figuras y empresas no los quieren ni ver. Y si van al matadero y se pierde la variedad de encastes pues les importa una higa.
La lista de toreros que han pasado el mes de Agosto, el mes taurino de la piel de toro, mirando al techo, es inagotable. Rumiando como cada día torean los mismos con discutibles méritos.
El mundo de la tauromaquia está más putrefacto que nunca. Siguen siendo los cuatro de siempre los que siguen echando al aficionado y gran público de las plazas y que manejan la gran mayoría de plazas y ferias. Y matando la vida profesional de buenos toreros con mucho que decir.
Con este panorama el futuro es negro y no tardando esto se acabará. No serán los antis los que den la puntilla a la fiesta de los toros. El mal está dentro, representado por un mafia cutre casposa y antitaurina. Hace mucho tiempo que se perdió afición, sensibilidad y decencia en el empresariado taurino. Y así vamos camino del último matadero...
