Iván Fandiño |
Ayer volvió a Las Ventas , esta vez en un mano a mano. El resultado no fue el que buscaba.
Fue espeluznantemente cogido al quedar vendido por el viento en unas gaoneras ceñidas. Milagro de salir solo con un palizón. No tuvo toros en sus dos primeros turnos pero en sexto lugar le tocó un sobrero de Pereda que se movió desordenado pero con posibilidades para volver a reencontrarse.
Pero Fandiño no estuvo sosegado. Mas bien desquiciado como toda la tarde. Acelerado, pegando trapazos eléctricos y mostrando una ansiedad preocupante. El remate fue su absurda estocada a topacarnero tirándose al suicidio y por el lado contrario al de salida?, sin cabeza ni criterio. La estocada cayó contraria con vuelo incluido entre los pitones del toro que no tuvo más remedio que pegarle una paliza de la que salió haciéndose el muerto, aunque se llevó una buena tunda. Pero fingir ir herido para mendigar una oreja desesperada fue una treta que no coló y la escasa petición no fue suficiente.
El primer milagro de la tarde. |
Pero sus encerronas absurdas y a destiempo le han mostrado la cruda realidad. Apostó todo con argumentos muy limitados y se la pegó. Y no una, sino varias veces. Pero no parece que reflexione mucho. Poco le ayuda el apoderado que le acompaña y asesora pesimamente al que debería despedir ya mismo. Y buscarse un hombre del toro que recupere al torero herido y abatido que es ahora. Es una opinión que comparten muchos aficionados en los corrillos.
Y es que Fandiño es un torero con valor y con verdad. Hay opciones para resucitar y volver por sus fueros. Sus logros en el toro son muy meritorios y se los ganó a ley.
Pero hoy por hoy está aún peor que en la temporada del 2015 en la que anduvo noqueado por el petardazo de Madrid. No se ha recuperado sino que anda sin sitio y descabezado. Da la sensación de tener la cabeza como una olla a presión y sale con unas ganas desmedidas a hacer todo deprisa y a las bravas. Y eso así no es en el toreo. Y le sale todo al revés.
Debe sosegarse e ir paso a paso recuperando sitio y sosiego. A lo loco puede acabar en el despeñadero o en la mesa del quirófano con un tabaco serio. En mi opinión debe replantearse su carrera y su tauromaquia que además ha degenerado hacia el abismo de lo vulgar y pueblerino con un toreo rectilíneo, destemplado y sin calidad alguna. Su ansioso ánimo se transmite a los trastos que maneja con violencia y destemple. Lógicamente al no salir las cosas se ofusca y se empeña por cojones en coseguirlo todo en un minuto sin salirle casi nada a derechas. Si para intentar cortar una oreja se tiene que suicidar en una estocada , mal vamos, pero muy mal. Impotencia manifiesta.
La absurda estocada. |
El castigo ha sido duro para él. Ha salido de muchas ferias donde estaba por derecho propio y el tren se le ha ido. Los nuevos jóvenes que a codazos están irrumpiendo le deben tener mosca y encendido porque le van a robar la merienda.
Y otra paliza. |
Pero para recuperar el sitio perdido este no es el camino, Iván.
Se le ve que está sufriendo y mucho con esta situación. Ojalá se serene y piense qué quiere hacer con su toreo, con su carrera y su apoderado. Madera hay para volver a la gloria. Tiempo al tiempo. Pero las prisas; para los ladrones y los malos toreros. Y la cabeza para pensar , aparte de para ponerse la montera.