Y es que ayer Morante en Sevilla hizo la lidia completa de cabo a rabo, nunca mejor dicho. Mas que perfecto fue mágico. Precioso todo. Torero. Sublime en elegancia y gracia.
No sé por donde empezar. Lo del capote fue para levantarse y marcharse. No se ha visto nunca cuatro quites tan variados y hermosos. Los faroles para abrir boca. Las tafalleras tan puras, ejecutadas con todo el cuerpo cimbreado. La suerte cargada, la muñeca suave. Joder. Nunca nadie las dio mas bonitas. O los delantales medidos. Las verónicas de recibo fueron largas, apretadas y sólidas como esculturas de Benlliure. ¿Y las gaoneras? Un lance guarrero casi siempre que ayer sublimó el genio.
Y la gracia sevillana que decían los de Sevilla. Yo diría gracia torera. Los remates por la espalda, toreo por bajo que vimos el lunes en la tarde en la que Sevilla no se enteró de nada. Le tocaron los cojones sin pedirle una oreja después de ponerles en la boca un plato de caviar del caro.
Morante es un compendio de tauromaquias en una faena. Era Joselito el Gallo en los ayudados finales por alto y en los remates arrebujaos por la espalda. Era Belmonte en las macizas verónicas y en los derechazos sublimes. Era Chicuelo en el toreo de frente. O Bienvenida en los desplantes medidos al rematar las series. Fue Julio Robles en los tres derechazos después de colocar una estocada enorme al volapié.
No es momento de hablar de si era o no de vuelta al ruedo el toro de Domingo Hernández. De nombre "Ligerito". El toro fue excepcional. De gran clase. Ese toro se cría para embestir así. Sin esa embestida no se puede torear tan hermoso. Pero es que con un carretón muchos quedan con el culo al aire. Para torear así necesitas un toro super clase.
En una sola lidia te asomabas al Cossío. La tauromaquia del primer tercio del siglo XX estaba ahí en 2023. El vestido de Gallito inspirado en el que lució en Valencia en 1914 cuando mató seis toros de Contreras. Las monteras de Paquiro. El capote de Vox...
Morante está obsesionado en desempolvar y estudiar a los dioses del toreo. Y se lo ha trabajado para sacar una faena como la de ayer. Eso no sale por casualidad. De la cuna trae su arte y sus privilegiadas formas de expresar el toreo. El Toreo es Morante de la Puebla del Rio. 
Con estas dos tardes de Sevilla y el año 2022 ha borrado a todos. Así de claro. Y ha borrado a todos los toreros artistas de la historia. Ni Paulas, ni Romeros, ni Vázquez, ni Ordoñez ni nada.
Lo de ayer ya se ha visto y mucho en estos dos últimos años donde el mejor Morante ha surgido para dejar decenas de faenas sublimes. Ahora se esfuerza mucho mas. Ahora se la juega mucho mas. Ha cogido el peso del toreo sobre sus hombros y se ha sublimado. Se habia tirado demasiados años robando carteras y pegando petardos...
Y una cosa que no se canta es su inmenso valor. Y su técnica que marca la diferencia. Los toques, las distancias, las alturas, los terrenos, el conocimiento de suertes muertas en décadas pretéritas.
Para torear así de bien hay que estar tocado por la varita. Pero además saberlo todo. Y esforzarse para luego vaciarse con un gran toro como el de ayer o con el medio toro. Y José Antonio está en su plena madurez artística y profesional.
A hombros se lo llevaron hasta el hotel por las calles abarrotadas. Como a un paso de Semana Santa. Como a "su Macarena" le pasearon con toda la admiración y apasionada devoción. Y es que Morante debe ser canonizado ya . Ayer nos llenó de gusto y placer a todos los aficionados que amamos el toreo. Ayer hubo una comunión en la Maestranza. El maná del toreo eterno y puro nos lo regaló San Morante de la Puebla del Rio.
Amén de los amenes!
Amen de los Amenes.
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