jueves, 12 de septiembre de 2019

SEPTIEMBRE EXAMINA A LOS NOVILLEROS.


Septiembre es el mes de las novilladas por excelencia. Muchos pueblos celebran sus fiestas y abundan los festejos concentrándose muchas ferias simultaneamente.
Calasparra, Villaseca de la Sagra, Arganda del Rey, Algemesí , Arnedo entre otras celebran certamenes exclusivos de novilladas. Una tradición loable y admirable por cuidar y descubrir nuevos valores dentro de la cantera.
Las ferias consolidadas han ignorado o marginado estos festejos de novillos en la mayoría de los casos. Solo Madrid y Sevilla dan novilladas de forma constante gracias a pliegos obligatorios que lo exigen. Pero el empresario taurino y los ayuntamientos no están apostando por montar un espectáculo menor debido a los altos costes y a la ruina final en las taquillas.

Existe un modelo como Villaseca de la Sagra que se ha consolidado como la primera feria de España de novilladas. Cinco encierros con ganaderías de lujo de máximo trapío y una baraja de chavales de alta proyección sobre el papel. Mas de una década apostando por este modelo con un resultado excelente. Llenos constantes, repercusión en los medios ( televisado cada dia), cuidado exquisito de la suerte de varas y un palco razonable pero serio y entendido hacen de este pueblo un referente que derriba el pesimismo actual o el arrumbamiento de las novilladas en España.

Las cosas bien hechas bien parecen. Villaseca es un ejemplo cristalino. Si hay imaginación y calidad la gente acude. Si hay precios razonables y un espectáculo con categoría el público responde y vuelve.
Dentro del escalafón de novilleros actual pocos nombres son capaces de ilusionar. Vivimos una época pobre en valores futuribles. Lejos quedan otros tiempos donde hubo una baraja de novilleros figuras que dieron mucho que hablar y que llegaron después a lugares muy altos del escalafón superior. A dia de hoy lamentablemente escasean los que ilusionen de verdad. Lo cierto es que muchos novilleros parecen ya tener dos fincas y estar ricos a tenor de las precauciones conservadoras exhibidas en sus actuaciones en los escenarios novilleriles que estos días celebran sus ferias y certámenes. Realmente muchos no quieren ser toreros de verdad. Cuesta ver a uno que se deje matar, con hambre de ser, con actitud de NOVILLERO dispuesto a comerse al toro. No salen muchos nombres que hagan ilusionarse al aficionado. Bien es cierto que lidian animales de gran tamaño y seriedad sin tener rodaje ni técnica suficientes para resolver las ecuaciones. Pero la actitud, las reservas, el pico y la pala y las trampas del toreo moderno son usadas en demasía. Al final piensa uno que es mejor que estudien.. o tal vez no. El paro les espera. Un desastre.


Pero como siempre hay honrosas excepciones. Nombres que empiezan a sonar por ser auténticos novilleros. Hay dos mexicanos que están triunfando e ilusionando. Diego San Román que ha destacado en Madrid, Pamplona y Villaseca entre otras plazas. Tiene un valor de hierro a pesar de haber tendio ya fuertes tabacazos. Se queda mas quieto que un poste y torea con buenas formas. Destaca su capote vistoso y su toreo acinturado. Otro paisano es Isaac Fonseca. Azteca criado en la ganadería de Flor de Jara. Acaba de debutar en Gijón con los del castoreño y cuenta sus tardes por triunfo. Torea muy bien, clásico y con gusto. Y unas ganas de ser que vislumbran una posible figura.Madera de torero grande hay. Héctor Gutiérrez también de Mexico, apunta alto con un toreo muy bueno y no exento de valor. Maxime Solera un francés gladiador que mata sin muleta y se encierra con lo mas duro también está dando que hablar.

Rafael González, Tomas Rufo Fernando Plaza también han destacado en Madrid a lo largo de la temporada. Francisco Montero un desconocido hasta hace unos días se ha rebelado como un guerrero desesperado. Forjado en capeas por esos pueblos de Dios de nuestra piel de toro con galafates reviejos y cornalones ha conseguido llamar la atención. Madrid y Villaseca han bastado para despetar las ganas de ir a verlo. Poca técnica que no esconde un gran valor, una entrega sin límites y una emoción tremenda cada vez que sale al ruedo un novillero todo corazón y entrega. Sin trampa ni cartón con mas ajuste que temple ha sido capaz de triunfar fuerte con una de Monteviejo de pavor, en Villaseca. Por fín un novillero de los de antes.












Estos son algunos ejemplos de chavales que quieren ser toreros y que gracias a estas ferias se han dado a conocer. No sabemos si llegarán alto o no. Esto es un camino muy largo e incierto. Pero la ilusión generada hace pensar que hay futuro en la cantera.
Bienvenidos sean y bienvenidos esos pueblos que apuestan por el futuro del escalafón montando estas novilladas con tanta afición e imaginación. Tomen nota otros porque sin nombres nuevos no habrá ferias que montar en un mañana no tan lejano.

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